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El Vino

Casa Donoso

Casa Donoso

Hoy quiero contarles sobre Casa Donoso Winery, desde la mirada de un visitante argentino, del otro lado de la puerta. Y digo esto porque encontramos en la web el relato de la viña…desde adentro, desde el que se presenta. Mi intención es contar como se vive la experiencia como invitado Chile: destino enológico

La historia comienza en octubre de 2016 cuando conocimos a Carolina Leiva – Gerente de Marketing y Servicios de Casa Donoso- en un encuentro de vinos argentinos- chilenos.

Apasionada por su trabajo y por los vinos que representa Carolina nos presentó al Gran Sucesor Romano que ya tuvo su entrada en La Noche en Vino dado lo novedoso de la uva Cesar Noir

Habiendo estrechado lazos, el próximo encuentro sería en Descorchados 2017: 100 Puntos en Santiago- Chile, allí degustaríamos muchos ejemplares más de esta gran Viña. Tuvimos el agrado de conocer en persona al creador de estos grandes vinos, su enológo: Felipe Ortiz. Y allí surgiría la promesa de visitar el lugar donde se elaboran sus vinos.

Llegaría febrero y con ello el momento de visitarlos en su lugar de origen: el Valle del Maule.

Al llegar Felipe nos esperaría con una gran degustación de la mayoría de la línea de sus vinos.

Apasionado entusiasta descubrimos en Felipe esa pasión que le imprime a lo que hace y que explica los resultados.

Iniciaría su relato contándonos que el Fundo La Oriental, donde se encuentra Casa Donoso actualmente, pertenecía a Doña Lucía Donoso Gatica, de allí el nombre que ha mantenido la Viña. En 1989 es comprado por unos franceses de Burdeos que se enamoraron del lugar. Uno de ellos el mayor productor de perlas negras en Tahití, lo que dió lugar en su momento al nombre de uno de sus vinos: Perla Negra.

El estilo de sus vinos hasta ese momento se constituyó muy estructurado, muy al estilo francés. Pero vinos finos y elegantes. Incluyen esa línea: Casa «D» Donoso, el vino ícono en ese momento, los vinos Premium Clos Centenaire y 1810, y la línea  Gran Reserva Bicentenario y Reserva Evolución.

En 2011, la Viña es adquirida nuevamente por un grupo chileno. Algo poco usual en estas latitudes que un grupo nacional compre a los extranjeros.

Este grupo chileno no estaba relacionado inicialmente con el vino, pero sí muy dispuesto a invertir en la Región del Maule para desarrollar el Valle y llevarlo a un lugar destacado dentro de Chile.

Nos diría Felipe: «El sentido de esta administración ha sido trabajar 100% el Maule y desarrollarlo con un gran  trabajo de terroir. La misma ha invertido en más fundos cercanos a este , en las distintas zonas, sumando ya una totalidad de 4 fundos, que todos juntos producen 5 millones de kilos de uva. La producción de cajas ascendió de 13.000 a su llegada a 90.000, y el precio promedio de los vinos subió de 28 a 42 dólares, lo que habla claramente de la inversión en calidad».

Agrega: «Los nuevos dueños han hecho grandes cambios en Casa Donoso,han potenciado la Viña y me han dado grandes herramientas para sacar proyectos nuevos, esto ha generado nuevos estilos de vinos. Ellos han tenido un papel preponderante en este crecimiento explosivo de la Viña, ya que estamos creciendo a un ritmo del 20% anual».

Solo se vinifica 1,5 millones de kilos de uva en la única bodega, la que se encuentra en el Fundo la Oriental. Exportan gran parte de lo elaborado. Su principal comprador es China, seguida por Europa, principalmente Bélgica, Estados Unidos y Brasil. También a Oceanía, Australia, Nueva Zelanda y algo a Centroamérica.

Ansioso por iniciar la degustación de los vinos elegidos por Felipe, comienza a describirnos a cada uno de ellos.

El primer vino degustado sería un Casa Donoso Bicentenario Sauvignon Blanc de la ribera del lago Colbún, en la zona del mismo nombre en la Precordillera a unos 55o metros de altura sobre el nivel del mar.

Nos cuenta orgulloso Felipe que los Sauvignon Blancs de la región del Maule vienen  siendo reconocidos en los últimos 5 años dado que el Maule tiene una tipicidad de mineralidad pura, única puesto que están al lado de uno de los volcanes más importantes acá en la región: El Descabezado.

El Maule tiene una estructura distinta por el origen de los suelos, los vinos tienen una columna vertebral distinta a otras regiones, lo que podemos comprobar al degustarlo, un vino no tan cítrico con un gran aroma frutado con una salinidad natural que lo hace persistente e ideal para maridar con un buen ceviche. Con una acidez natural que no tiene nada de modificada ya que según nos relata su enólogo parten la cosecha con 20,6 bx y terminan en 21 bx lo que los hace un vino 100% natural.

Continuaríamos con nuestro segundo vino: de la línea Premium un Sucesor Red. Con 80% de Carmenere y 20% de Malbec. De la zona de la Costa, de Loncomilla.

Nos explica Felipe: «La línea Sucesor vino a marcar la separación a Casa Donoso. El nuevo punto de partida. Anteriormente Casa Donoso era más protocolar y la línea Sucesor llegó a desordenar eso, entonces cuando tu pruebas un Sucesor Red, Blue o Romano te desordena todos la estructura que traías ahora en los vinos y eso hacía falta. El consumidor, nuestros clientes nos han agradecido nos dicen que bueno que tengan vinos clásicos estilo francés pero también estos vinos desestructurados».

En lo particular me encanta la línea Sucesor, un vino intenso, de un color violáceo increíble en el que se desprenden notas especiadas que lo hacen muy atractivo. Con una estancia de 24 meses en barrica de roble. Además el precio de mercado de es 10 dólares.Un excelente ejemplar de buena calidad y de precio accesible. Una joyita.

El tercer vino vendría de un terroir diferente, del fundo de la zona Centro.

El vino Ícono de Casa Donoso: el «D» Donoso. 2012. No quiero ser insistente pero este vino también me encantó. Un ensamblage de 40% de Cabernet Sauvignon, 30% de Carmenere, 20% de Malbec y 10% de Cabernet Franc, combinación que lo hace un vino superlativo. Las notas de Carmenere se destacan por sobre el Cabernet Sauvignon, que de paso aclaro el Cabernet Sauvignon chileno tiene algo tan encantador que no encuentro en otros vinos. Además el toque de Cabernet Franc le agrega una intensidad justa, persistente y con el equilibrio justo. Vino extremadamente elegante, no invade ni se queda corto. Todo un vino francés en territorio chileno.

Continuaríamos deleitándonos con un cuarto vino. Esta vez el turno del Super Ícono: Un Casa Donoso Gran Domaine 2014. Muy expresivo , muy aromático, de un color tremendo . Un vino con marcado potencial de guarda. Con un perfil aromático que me imagino como va a evolucionar en los próximos años. Vino muy diferente al anterior, pero igualmente atractivo , muy bien logrado. Uno de esos que puedes tomar 3 botellas y ni te diste cuenta. Creo que el potencial enológico es su ensamblaje. 60%  Carmenere, 40% Malbec. Un Carmenere con mucha personalidad.  Mezcla de terroirs de Centro y Costa.

Y para el final Felipe se reservaría a su Gran creación, ese vino que es el hijo del que todo enólogo habla.

Nos esperaría el Sucesor Romano. 2015. Casi recién nacido. Su primera añada. Pero Sucesor Romano ya tuvo su entrada en Cesar Noir, donde contamos toda su historia.

La tarde se convirtió en noche y nos encontraría reunidos en la terraza de Casa Donoso con la mirada puesta en sus viñedos, degustando sus vinos armonizados con las delicias chilenas preparadas para nosotros.

Al día siguiente nos esperaría la visita a las instalaciones de la bodega, motivo de otra entrada, ya que podría continuar escribiendo mucho más de esta Viña que es mucho más que un gran proyecto enológico.

El encanto de Casa Donoso es su gente. El vino es el espíritu de quienes lo hacen y en este caso se cumple más que nunca.

Por eso quisimos resaltar el espíritu de quienes hacen los vinos de Casa Donoso, en especial el de Felipe Ortiz, el gran hacedor. Puro espíritu trasandino.

Salud!

 

 

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