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El Vino

Casa Lapostolle

Casa Lapostolle

Como les contamos en Chile: Destino Enológico https://lanocheenvino.com/2017/04/15/chile-destino-enologico/ la visita continuó luego de Casa Donoso a Lapostolle, en el Valle de Colchagua, subvalle de Apalta.

Llegar a Lapostolle es atravesar un largo camino que nos lleva entre sus viñedos, gratificando nuestra vista. Al llegar nos estaría esperando Diego Loyola: Sommelier Executive de Casa Lapostolle.

Antes de ingresar a la bodega nos encontramos rodeados de un gran jardín con diferentes hierbas  aromáticas que son utilizadas por el chef de la Residencia que Lapostolle posee allí mismo.

Diego nos introduciría en una aventura por el interior de Casa Lapostolle. Una obra faraónica que se destaca entre todas las bodegas hasta ahora por mi conocidas.

Casa Lapostolle nació en 1994, cuando la Madame Alexandra Marnier Lapostolle se enamorara de los viñedos que rodean a la gran bodega.

Alexandra es francesa y dueña del licor famoso “Grand Marnier”. Nieta de Alexandre Marnier Lapostolle continúa dedicada al vino en su país de origen con el famoso Chateux de Sancerre, desde 1919, antiguo Castillo Medieval enclavado en el Valle del Loira. Actualmente se encuentra en el lugar una mansión estilo XII y un gran parque privado propiedad de la Flia. Marniere-Lapostolle.

Cuando Alexandra conoció Chile fijó su objetivo en desarrollar excelentes vinos teniendo en cuenta la experiencia francesa y los terroirs chilenos. Terroir que encuentra la combinación del aire de la Cordillera de Los Andes y el del Oceáno Pacífico.

Hoy Lapostolle posee 370 hectáreas repartidas en 3 viñedos diferentes con Sauvignon Blanc, Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Merlot, Carmenere y Syrah, y producen 200. 000 cajas anuales que se exportan a 60 países diferentes.

Lapostolle lleva a cabo prácticas sustentables que incluyen el manejo orgánico de los viñedos (certificados por CERES Alemania), pero además llevan a la práctica una visión biodinámica (certificación DEMETER) cumplen con la preservación del ambiente y aún en el embalaje cumplen con empaque sustentable utilizando en los vinos La Casa y la gran mayoría de Cuveé Alexandre botellas elaboradas con un 60% de vidrio reciclado y sus etiquetas provienen de bosques certificados sustentables . Pero además los  viñedos que Lapostolle posee en Apalta son  100% orgánicos y biodinámicos, método de la agricultura que conecta a la “granja”  al ritmo de la tierra, la luna y la atmósfera. Lapostolle:  la bodega original, la primera, se encuentra en Cunacó, y tiene una capacidad de elaboración de 3.300.000 litros en cubas de acero inoxidable y roble francés y más de 3.500 barricas de roble francés.

Comenzaríamos a recorrer la bodega por dentro. Por fuera una gran obra arquitectónica que simula una gran barrica es apenas la punta del iceberg de lo que uno verá una vez dentro.

En su interior un gran complejo de 6 capas de roca, la mano del hombre desafiando al corazón del cerro.

El primer nivel, nivel de la calle es donde es recibida la uva en cajas pequeñas, uvas que ya fueron seleccionadas previamente por una seleccionadora óptica de granos y donde luego en Colchagua son separadas manualmente por un grupo de mujeres que cada año trabajan seleccionando cuidadosamente las uvas.

Luego descenderíamos por una gran escalera caracol hacia el fondo del cerro de granito.

En el primer piso  hacia abajo iríamos descubriendo la sala de fermentación en barrica, que ocupa la altura de dos pisos completos.

Un nivel más abajo la sala de guarda de barricas. Todas de roble francés. En todo podemos observar el exquisito diseño de la bodega. En este nivel podemos encontrar al fondo del recinto a un gran huevo de concreto que se destaca entre todas las barricas. Nos cuenta Diego que fue un obsequio que le hicieron a Madame Alexandra en un intento por convencerla de su uso, cosa que no ocurrió pero quedó instalada como contraste entre el método clásico de guarda del vino y el método más recientemente instalado para su uso.

Descenderíamos luego al piso que en lo personal me sorprendió más ya que es donde encontramos la sala de degustación pero con el gran detalle de una mesa de cata que luego se abrirá de un modo muy peculiar que dará lugar al ingreso a la gran cava privada de Madame Alexandra.

Cava que ocupa dos niveles más hacia el corazón del cerro. Lugar magnífico que guarda grandes ejemplares antiguos tanto vinos de Casa Lapostolle como vinos franceses en su mayoría obsequios.

Como si fuera poco esta experiencia visual cuando crees que ya viste todo aparece ante tus ojos una pared de roca perteneciente al cerro por la que transcurre un tenue hilo de agua y donde se han desarrollado hongos nativos.

Pero nos aguardaría otro gran estímulo a los sentidos …la degustación de los vinos de Lapostolle.

Lapostolle  Gran Selection Sauvignon Blanc 2015

Elaborado con uvas de viñedos del Valle de Rapel , perteneciente a la zona vitícola central que abarca el Valle de Cachapoal y Valle de Colchagua, en este caso del primero. Con un 89% de Sauvignon Blanc, 6% de Sauvignon Gris y 5% de Semillón encontramos en este vino toda la frescura y tipicidad del Sauvignon Blanc chileno aunque sin tanta nota mineral .Vino expresivo cítrico con intensos aromas a fruta tropical y con ligeras notas herbáceas que hace de este vino un destacado entre los de su especie. Nos cuenta Diego que la cosecha 2015 fue especial dado que las condiciones climáticas de ese año obligó a adelantar la cosecha lo que le otorgó una intensidad aromática muy particular.

Degustaríamos posteriormente un Lapostolle Cuvée Alexandre Merlot del viñedo de Apalta, del Valle de Colchagua. Las uvas fueron cosechadas manualmente y colocadas en pequeñas cajas para su cuidado, una gran parte de la selección fue realizada por la seleccionadora óptica y otra parte por selección manual.

Esta selección de 85% de Merlot y 15% de Carmenere con un paso por barrica de roble francés por un período de 15 meses permitió un vino de gran intensidad aromática, expresivo en nariz con aromas a frutas rojas y negras y la tipicidad del merlot que da en boca taninos marcados pero no agresivos con un persistente final.

Y finalmente Diego reservaría para el final el vino ícono de la bodega, una edición limitada de un Clos Apalta 2012  que obtuvo el premio al mejor vino ícono por tercera vez consecutiva.

Un ensamblaje de Carmenere, Merlot y Cabernet Sauvignon, provenientes de Apalta de viñedos certificados orgánicos y biodinámicos.

De intenso color rojo, en nariz se expresan notas de frutos rojos con un final de chocolate y un poco de vainilla. Un vino de gran estructura, con taninos suaves, aterciopelados y un largo final.

Sin duda un vino con huella .

Terminaría finalmente nuestra experiencia Lapostolle , dejándonos esa sensación que uno reconoce al irse: la de quedarse pensando en volver pronto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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