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Bodegas

Bodega El Esteco: Una visita obligada en Cafayate.

Bodega El Esteco: Una visita obligada en Cafayate.

Recientemente en una visita a Salta por razones laborales, decidimos terminar el viaje en los Valles Calchaquíes, más precisamente en Cafayate.

Luego de un recorrido de 198 km de camino irregular, que nos tomaría 3 horas, zigzagueando la quebrada, y acompañados por el viento,  por la ruta 68 comenzaríamos a vislumbrar la belleza de los Valles Calchaquíes: cerros de variados colores, con una puesta de sol de película, y al final del camino, ya aparecerían ante nuestros ojos los viñedos bañados por el sol de Cafayate.

Todo es calma en Cafayate. El día no tiene apuro y se toma su tiempo para finalizar.

Luego de alojarnos en un lugar de ensueño, Hotel Grace Cafayate, sitio absolutamente recomendado para vivir la experiencia de dormir entre los viñedos, saldríamos a recorrer el pequeño pueblo del lugar. La quietud solo es interrumpida por momentos por las bicicletas  de extranjeros que irrumpen en sus calles. Pequeños restaurantes típicos rodean a la plaza principal y variados puestos de artesanías, dulces típicos y tejidos alegran la vista de quien lo visita.

El plan al día siguiente sería recorrer algunas bodegas y ya nos habíamos puesto en contacto con Alejandro Pepa, enólogo principal de Bodega El Esteco para conocer desde adentro el lugar donde se elaboran exquisitos vinos salteños.

Como mendocina debo reconocer que degustar vinos de Salta me genera expectativa, una ligera adrenalina ante lo nuevo, lo distinto, a pesar de ya haber probado varios de ellos con anterioridad, como digo siempre: no es lo mismo beberlos «al pie de la vaca».

Y así sería. El día de la visita a El Esteco, sería un día de intenso sol, cosa habitual por esa tierra, con calor ligeramente atenuado por una brisa casi permanente que caracteriza al clima de la zona.

Si a eso le sumamos el dato de la escasa cantidad pluvial anual más la altura a la que estamos , casi 1700 mts, no es difícil adivinar la calidad e intensidad de sus vinos. Sumado a eso si tenemos en cuenta sus noches frescas con gran amplitud térmica, entendemos porqué los vinos son diferentes a otros conocidos.

Ya presentado el día, procedo a contarles la «experiencia El Esteco».

Nada más llegar nos encontramos al final de un camino empedrado, antiguo,  con una importante y pintoresca casona del siglo pasado, de la época de la colonia, que nos invita a entrar.

Amigable a cada paso, desde su estética hasta la amabilidad de quienes nos reciben en el lugar, la visita ya se presentía inolvidable.

Vendría a nuestro encuentro Carolina Cristofani, la joven enóloga de la bodega -fundada en 1892 como La Rosa de Michel Torino Hnos- quien nos contaría la historia de la misma durante la recorrida por el sitio de elaboración. Allí conviven antiguos toneles de casi 100 años, con barriles de 600 litros, con huevos de cemento y con tanques de acero inoxidable, cada uno para un diferente uso y para diferentes líneas de vinos.

Vinos provenientes de uvas que han madurado bajo el sol de Cafayate, en suelos pobres aluvionales, donde se destacan cabernet sauvignon, malbec, tannat,  merlot y algo de cabernet franc y dentro de los blancos el inigualable torrontés y chardonnay. Todas ellas en casi 500 hectáreas que comprende El Esteco. A lo que se suma un nuevo emprendimiento en Chañar Punco en Catamarca, a 50 km de Cafayate. Viñedos a 2400 mts de altura en casi 300 hectáreas además de las que poseen en  Cafayate.

Con la vasta producción de vinos de la bodega (casi 5 millones de litros) de los cuales casi el 50% se consume en el mercado interno y el resto se exporta, producen las líneas: Don David, Ciclos, El Esteco, El Esteco Old Vines, Fincas Notables, Altimus y El Esteco Chañar Punco.

Y ya a esta altura de la visita llegaría el momento de la degustación.

El Esteco Blanc de Blancs 2018sería el primero. Un vino de partida limitada producto de una cuidadosa selección de uvas blancas: Marsanne, Roussanne, Viognier, con algo de Chardonnay y Torrontés  completan este blend único. Un blanco con aromas intensos frutales a durazno y frutas tropicales. Con una buena estructura en boca y persistencia final que da un blanco de gran calidad. Ideal para acompañar un plato de quesos y frutos secos.

Cada cepa es elaborada con diferentes métodos para posteriormente producir el ensamblaje final.

El Chardonnay se fermenta en foudres de roble francés de 6.000 litros con levaduras indígenas. El torrontés en foudres usados de 5.550 litros cuya primera etapa se fermenta en contacto con uvas de granos enteros. Y finalmente Marsanne, Roussanne y Viognier se fermentan en tanques de acero inoxidable con levaduras seleccionadas.

El Esteco Old Vines Criolla 2017 sería nuestra segunda degustación. La línea abarca también a Cabernet Sauvignon, Malbec y Torrontés. 

 

En este caso el elegido sería la uva criolla. Un vino de alta gama que vino a rescatar viñedos antiguos de más de 70 años buscando revalorizarlos.

Un vino de color rosado intenso, con ligeros destellos rubíes que imitan a un pinot noir. De aroma intensamente frutado, que en boca ofrece una fuerte mineralidad acompañada de recuerdos a tierra húmeda. Un vino sumamente refrescante ideal para una tarde-noche de verano.

Y finalmente El Esteco Altimus 2014 sería nuestra degustación final.

 

 

Altimus representa la máxima expresión de la creatividad y el arte del enólogo que cada año selecciona las uvas más representativas de cada variedad para obtener los mejores cortes y lograr así el vino más selecto. Particularmente el año 2014 compuesto de Cabernet Sauvignon 45%, Malbec 40%, Cabernet Franc 10% y un «indisimulable» Merlot 5%, que se asoma entre las demás cepas en su aroma y en boca.
Un vino con gran concentración de alcohol proveniente de los 1.700 metros de altitud en la que se encuentran sus viñedos.

La fermentación alcohólica de estos vinos se realiza utilizando diversas tecnologías como fermentación en barricas de roble individuales de 225 lts, en cubas de 6.000 lts y otros lotes en pequeños tanques de acero inoxidable. Antes de la fermentación maloláctica, cada varietal es trasegado y llevado a barricas nuevas de roble francés, donde se realiza dicha fermentación y reposa durante 12 meses.

Cumplido este período, se realiza el blend seleccionando cuidadosamente las mejores barricas participantes. Luego retorna a las mismas barricas donde completará su crianza durante 6 meses más. Se embotella sin estabilizar ni filtrar para conservar intacto la totalidad de sus caracteres. Permanece en estiba durante 12 meses.

De fuertes destellos brillantes y rojos intensos a la vista, a la intensidad en boca con recuerdos a café, pimientos rojos, y la presencia del roble dejando invadida toda la amplitud de la boca, sin dejar espacios sin cubrir. Un vino redondo en paladar.

Su intensidad nos pide carnes rojas, o fuertes como cordero, chivo o llama.

Podría seguir contando mucho más, pero sería ahondar en detalles que es mejor dejarlos a la imaginación del lector. Y mucho más generando la expectativa a una futura visita a Cafayate, a Bodega  El Esteco. Sin duda una visita obligada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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