Lo prometido es deuda, y días atrás publicamos una foto de tres vinos que probaríamos en una cena de amigos. Eran el Riesling de Las Perdices, el Merlot de Sottano y el Gewürtztraminer de Séptima.

Seguramente a Uds les pase lo mismo, cada vez que nos invitan a cenar, frente a la pregunta “qué llevamos”, la respuesta casi automática es “¡el vino!”, A veces hasta se siente el alivio del anfitrión por nuestra pregunta.

La cuestión es que esa noche de sábado, muy fría por cierto, el menú sería variado y luego de haber consensuado con Gabriel, de Catarsis Vinoteca, la decisión fue el trío nombrado. Sin mas charla, les paso mis impresiones de cada uno.

Las Perdices Riesling: parece que “el nuevo blanco” argentino es el Riesling. Cada vez lo vemos más, y la sana competencia lleva a enólogos y bodegueros a superar cada añada y a sus competidores. Lo abrimos como aperitivo, para la entrada con una picada variada y su aroma frutal –manzana, cítricos- junto con su acidez super correcta, armoniza con sus algo más de 12° de alcohol haciendo imposible contentarse con una sola copa. Invita a seguir probándolo, y a desear que rápidamente lleguen la primavera y el verano, porque seguramente acompañará más de una noche tórrida.

Sottano Merlot: buscaba un merlot joven pero con todas las notas características de la cepa. El color rojo brillante promete, y al llevarlo a la nariz, aparecen los frutos rojos  -ciruelas- y las confituras. En boca es sumamente amable a pesar de sus 14° de alcohol y tiene una persistencia remarcable. Es complejo, es un digno representante del Valle de Uco y de la bodega. Otro que es imposible conformarse con solo una copa. El precio: ¡increíble! Otra muestra de que se pueden hacer excelentes vinos con un precio acorde.

Séptima Obra Gewürtztraminer: El de la cepa tan difícil de pronunciar para nosotros, lo dejamos para el postre, ya que es el tardío dulce natural. Es muy correcto para postres. Es untuoso en boca, muy fácil de tomar, con ese aroma a duraznos y a flores, que realza tanto el sabor de los postres como el del mismo vino.

Sabemos que son bodegas de gran calidad que producen vinos para disfrutar en más de una ocasión, y que nunca nos harán quedar mal. Como era de suponer, todos felices y contentos, poniendo fecha para la próxima cena en la que seguramente aparecerán otras etiquetas. El resumen de esta, es que se animen a probar cualesquiera de los tres ejemplares y los incorporen dentro de sus favoritos.