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El Vino

El «Impuesto al vino»

El «Impuesto al vino»

Por supuesto que a ningún tributarista se le ocurriría poner ese nombre a un proyecto de ley, aunque es el nombre con el que célebremente se lo reconocerá desde 2018 en adelante.

El pasado martes 31 de octubre, uno de los ministros de economía que tiene el país, anunció con bombos y platillos, otra reforma tributaria –de la que es sabido, poco rédito obtendrá el ciudadano “de a pie”, ya que no es una reforma sino una mera creación de tributos o intercambio de alícuotas-. De esa reforma surge que los vinos tributarán progresivamente hasta un 17% en concepto de “Impuestos Internos”.

Para entender de qué se trata, vayamos brevemente a las características que presentan los “Impuestos Internos”. Son impuestos a consumos específicos, ya que no se generalizan como el IVA, por ejemplo. Buscan modificar selectivamente la demanda de un producto por la vía del impacto en el precio al consumidor. Suelen asociarse a productos de lujo o que resulten perjudiciales socialmente hablando. Son de una sola fase (no se trasladan en toda la cadena, sino que se grava la primer venta). Por supuesto que persiguen un fin recaudatorio. El impacto porcentual en el precio final es mayor que la alícuota nominal, por ciertos tecnicismos que presenta el cálculo del mismo. Espero no haberlos mareado y que hayan continuado con la lectura.

Quiero rescatar dos voces que leí el día miércoles 1 de noviembre por ser de las más escuchadas últimamente en el mundo del vino fuera de Mendoza: Marcelo Pelleriti y Alejandro Vigil.

Marcelo hace una defensa enardecida de su tierra en este thread y es fantástico lo que dice, y elijo quedarme acá: Porque no salen a caminar nuestros políticos los viñedos y hablar con la gente?”

Esto es fruto de la falta de federalismo. Las provincias le piden a Buenos Aires mas fondos, para lo que el gobierno central necesita cobrar más impuestos, que dejarán en la calle a más personas, comenzando por aquellas de las provincias que más necesiten. El perro se muerde la cola. En lugar de exigir federalismo y ponerlo en práctica, desarrollar con recursos propios cada economía local; siguen tocando el timbre en Buenos Aires y protestan cuando La Matanza –que tiene 989.000 votantes, sí, más que toda la provincia de Mendoza-, elige por todo el país. Voy un paso más allá con la pregunta de Marcelo: ¿Cómo va a votar la diputada Balbo cuando se presente el proyecto? ¿Dónde está Bodegas de Argentina y las demás cámaras? El gobernador de Mendoza, tan solícito en pedir un porcentaje de la coparticipación federal, ¿ya está en Buenos Aires reunido con los cráneos de la “reforma”?

Vamos al turno de Alejandro: otro thread  y dice otra verdad incontrastable: Las gaseosas light 0%; el vino 17%… perdimos por goleada. Esto lo conozco porque ya lo pasé en 1996. Durante varias semanas formé parte de un equipo de trabajo que tenía como objetivo era que las bebidas cola dejasen de tributar un 24% de impuestos internos. Nos rompimos la cabeza para llevar propuestas razonables. Analizamos la contribución por producto, buscamos escenarios en los que el estado no dejase de recaudar, hicimos decenas de propuestas a la dirección de la compañía que nos pidió el trabajo. Un día llegó el presidente mundial de esa compañía. Su visita duró algo más de treinta horas. Fue a la Casa Rosada y estuvo reunido con el presidente de la nación por unos cuarenta y cinco minutos. A los pocos días, en una sesión a la medianoche, las colas dejaron de pagar un 24% y sólo tributaban un 4%. ¿Cómo salvó el gobierno la diferencia de recaudación? El gasoil pasó de costar $ 0,25 a $ 0,30. La multinacional se llenó los bolsillos, no bajó los precios de las gaseosas, y el impuesto dejaron de pagarlo quienes consumían, para empezar a pagarlo todos, ya que se incrementaron los precios por el alza en los transportes. Ahora la movida es con el azúcar. Lo que antes era cancerígeno (edulcorantes sintéticos) hoy es alimento saludable. El nuevo enemigo se llama: azúcar. ¿Qué estarán pensando los productores de JMAF (jarabe de maíz de alta fructosa), que se utiliza como endulzante en las gaseosas? Lobby. Apenas eso. Nada más, nada menos. Tampoco escucho a los políticos de regiones azucareras protestar por esta medida perjudicial para sus productores. Cuando ocurren estas cosas, viene a mi mente que el entrerriano Urquiza era más unitario que el bonaerense Rozas…

Y de eso se trata. Los lugares que no ocupa uno, los ocupan otros.

Por ahora es un proyecto de ley. ¿Contará el vino con políticos y lobistas a la altura de las circunstancias?

Lo veremos en 2018.

 

PD: Por si no se acuerdan, el nuevo ministro de Agroindustria es el último presidente de la Sociedad Rural… miren que a lo mejor, sólo se le ocurre prestarle atención al rinde de la soja.

2 Comentarios

  • Hector Noceti Publicado 5 Nov, 2017 10:53 am

    Muy buena nota Juan. Ademas es una medida que en principio beneficia a empresas monopólicas (las gaseosas y cervezas se concentran en pocas empresas), mientras que en la industria vitivinicola esta distribuida entre varios competidores.
    Abrazo

    • Juan Castro Publicado 5 Nov, 2017 7:14 pm

      Muchas gracias por tus comentarios Héctor, ya que viniendo de vos, para mí son más valiosos aún.

      Más que reforma tributaria, esto tiene apariencia de «impuestazo».

      Un fuerte abrazo!

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