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El Vino

Riccitelli Wines

Riccitelli Wines

Describir bodegas que uno ha visitado, con su gente trabajando en el lugar, con el clima cotidiano en acción, con sus vinos in situ,  es fascinante pero a la vez implica el gran desafío de lograr transmitir la experiencia vivida con todos los tonos y matices de lo que percibió el ojo que estuvo allí.

Por eso contar que para llegar a Bodega Matías Riccitelli propiedad del enólogo del mismo nombre ubicada en el corazón  de Vistalba, Luján de Cuyo, Mendoza debemos recorrer un camino ya sembrado de bodegas, entre viñedos con el sol que nos acompaña y con la cordillera de frente, eterno testigo de las vendimias y de sus frutos es contar que el  trayecto es sumamente placentero.

Al llegar por un camino interno a Riccitelli Wines , nos adentraremos en sus casi 7 hectáreas de Malbec, hasta llegar a la entrada principal de la bodega donde nos está esperando Verónica Riccitelli , encargada de hospitalidad de la bodega y Brand Embassador de Riccitelli Wines.

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Afable y apasionada Verónica nos muestra con orgullo la bodega que han levantado junto a su hermano y el resto del equipo de trabajo.

La bodega es muy pequeña lo  cual parece reforzar el concepto de bodega familiar, pero si consideramos su producción, la calidad de sus vinos y sus premios y la exportación de los mismos en números parece mentira que todo eso pueda surgir de allí. Aunque en confianza nos adelanta que están trabajando ya en el nuevo proyecto de la nueva Bodega ubicada en Gualtallary.

Nos cuenta Verónica que manejan 40 hectáreas de viñedos repartidos entre La Consulta, Perdriel y Vistalba que es donde nos encontramos nosotros. De allí saldrá República del Malbec.

La producción total es de aproximadamente 800 mil botellas de las cuales exportan el 70% a 17 países, de los cuales el principal comprador es Inglaterra seguido por Estados Unidos y Brasil .

La visita comienza recorriendo los diversos sectores donde se combinan diferentes técnicas de vinificación, tanques de acero inoxidable, piletas de cemento poxipas con pillage, huevos de cemento sobre todo para lo que es vinificación de los blancos por el manejo de borras que se hace adentro, y tanques (lagares) totalmente abiertos que no se encuentran en otro lugar ya que los hizo diseñar Matías inspirado en técnicas extraídas de cuando trabajó en Portugal, donde se trabaja el sombrero de otra forma, los tanques están totalmente abiertos donde puede hacerse el pillage con pie, los hombres dedicados al tema se introducen dentro de los tanques y sumergen el sombrero con los pies. con lo que se logra un trabajo de sombrero más fino y más homógeneo con una extracción mucho más importante de color, taninos, sabores. Poseen una capacidad de 6500 litros, aunque no se llena completamente, la altura que alcanza es de aproximadamente 1 metro de llenado. La idea con esto es rescatar lo mejor de las técnicas antiguas y sumarle lo mejor de lo nuevo: el acero inoxidable, el control de temperatura, la capacidad de limpieza, la forma.

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Pasamos al sótano donde nos encontramos con otra técnica de vinificación: cubas de roble de 1000 litros de donde se obtiene aproximadamente 400 botellas de vino. Se trabaja con este método mucha microvinificación, y gran parte de República del Malbec viene de este método y de las cubas cuadradas de acero inoxidable de techo abierto, otra parte se vinifica en piletas de cemento ya que Matías piensa que vinificar con métodos diferentes da distintos aspectos con lo cual el juega cuando hace el corte final.

Esas cubas también sirven para añejar , las cubas son de roble francés de primer a quinto uso ya que su estilo es apostar a vinos frescos, con mucha intensidad de la fruta,donde se privilegia a la cepa pero no quedan tapados por la madera. También ya han incorporado barricas de primer uso pero de 500 litros.

Con esto se apuesta a lo que a nivel internacional se está buscando….vinos frescos donde resalta la fruta. Tendencia que cada vez más se instala en Argentina. Y que Matías interpreta a la perfección.

Del sótano pasaremos a una especie de altillo por cierto muy acogedor, con un gran mesón, donde la música de Kevin Johansen con su Dios de la Marea suena suave y nos envuelve. ¿Será este el caso de maridaje sonoro del que tanto hablan? Esto será tema de otra entrada.

El sitio tiene cuadros diseminados en la pared que le agregan magia al momento. Se destaca uno de ellos sobre el resto que Verónica relata fue pintado por un catalán amigo personal de Matías. Cuadro que hace de fondo a todas las etiquetas que poseen incluídas algunas botellas magnum que «son solo de muestra», se anticipa a aclarar Verónica como leyéndonos el pensamiento.

Todo está impecable y perfectamente dispuesto para la degustación, muy al estilo Verónica Riccitelli.

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Ya en en el mesón comenzará la parte más interesante ..la de la historia de la Flia Riccitelli. Sus orígenes. Sus pasiones. Su adn. Y sus vinos.

Te lo contamos en la próxima entrada.

 

 

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