Cuando comencé a introducirme en el mundo del vino (en otra entrada les contaré como y porqué fue) la primera dificultad que encontré fue diferenciar un vino varietal de un genérico.

Y por lo tanto, debí aprender que un vino Varietal era aquel que contenía al menos un 85% de una misma cepa.  Y que aunque tuviera un corte con otra variedad, en su etiqueta solo figuraría el nombre de la cepa mayoritaria. Eso es por ejemplo: Malbec.

Y sí …la mayoría de ellos no especifican en su etiqueta el corte de la variedad. y …según afirman algunos expertos: ese es el secreto del enólogo. Por lo tanto estaremos tomando un varietal Malbec al 85% con un corte de una o más cepas que nunca sabremos cuales son.

Otros en cambio sí muestran su composición. Y podemos leer entonces: Malbec 85%- Cabernet Franc 15%. O directamente Malbec 100% en el caso que no se haya realizado corte.

Y no estaría demás mencionar a los «Single Vineyards» que son vinos varietales de una sola cepa y de un mismo terroir.

Por otro lado encontramos los vinos Genéricos o de corte o blends o assamblages ( en francés) según cambie la moda o el país para nombrarlos.

Estos son vinos que incluyen más de una cepa, como los mal llamados bivarietales que no dejan de ser vinos de corte. Solo que ninguna de sus cepas está en una proporción mayor al 85%. Y así he llegado a beber vinos genéricos de hasta 5 cinco cepas.

Claro…en mi humilde opinión uno nunca sabe que está tomando. ¿qué cepa le está otorgando  la personalidad al vino? A veces…nunca llegamos a saberlo. Pero si es cierto que se logran complejidades que puede otorgarle a ese blend un sabor único que muchos buscan y les encanta.

Existen también los Genéricos o Blends de una misma cepa. O sea, cortes de una misma cepa pero de distintas zonas o terroirs. Un ejemplo Malbec 50% de Altamira- Malbec 50% de Vista Flores.

Y ahora, siempre viene la pregunta obligada: ¿ cuál de ellos es mejor:  Varietal o Genérico ?

Como todo, es una cuestión de gustos. En lo personal prefiero los Varietales.

Pero es cierto que he bebido excelentes vinos genéricos, y no tan buenos varietales.

El desafío es probar e ir descubriendo la magia que encierra cada botella, sea genérico o varietal.