Nuestra lista de amigos suele ser muy variada, pero cada uno tiene eso que lo hace único e irrepetible. Por lo general no nos paramos a analizar cómo nos conocimos, o de dónde surgió la relación; sino que simplemente los disfrutamos.

Andrea y Juan son un matrimonio de película. Son muy divertidos, ocurrentes y excelentes anfitriones. Tienen una debilidad – o dos- : viajar por el mundo, y tomarse una selfie para su album «Brindando por el mundo».

Gracias a dos libros que me han regalado hace unos días, pretendo desde acá y con esta entrada, tener un gesto solidario con ellos, e ir proporcionándoles algunos datos vinícolas para que estén atentos.

Esta será la primera de varias entradas en las que veremos qué varietales podemos encontrar en los distintos lugares del mundo. Arranquemos por Argentina.

Basados en el libro de Michel Rolland y Enrique Chrabolowsky, en Salta y Catamarca, podemos disfrutar de Torrontés, Cabernet Sauvignon y Malbec.

La Rioja es tierra de Torrontés y Syrah.

San Juan tiene Moscatel de Alejandría, Torrontés, Chenin Blanc, Malbec, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Merlot y Chardonnay.

Mendoza, cuna del Malbec, además acoge Semillón, Bonarda, Barbera, Merlot, Pinot Noir, Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Syrah, Chenin Blanc, Pedro Ximenez, Ugni Blanc y Torrontés riojano.

En Río Negro y Neuquén, podemos encontrar Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Noir y Merlot.

Donde fueras, bebe lo que veas 😉