Sí, mi abuelo tenía un parral. No tan bueno como el de la foto, pero parral al fin, y a mí de chico me extrañaba que esos troncos tan rústicos dieran hojas y frutos. Un buen día, tarde mejor dicho, a la hora de la siesta… diciembre… treinta y pico de grados en Buenos Aires… uva blanca «chinche»… desoí el consejo de mi abuela – no comas las uvas directamente del parral- … y sí, pasó lo que tenía que pasar… ese día aprendí que en diciembre las uvas están MUY verdes y que no se debe comer fruta caliente…
Otro día les cuento de un mes de enero en Córdoba y yo trepado al techo de la chata de mi papá comiendo ciruelas blancas directamente del árbol…pero esta entrada no es para hablar de fenómenos gástricos sino de dos formas – o tres- de «ordenar» el crecimiento de la planta en el terroir. Estos son el parral, la espaldera y la Y.
El parral es apropiado para variedades blancas, y el más conveniente para la producción de variedades tardías. Permite la instalación de plásticos para adelantar la maduración y mejorar las condiciones del cultivo.
Las uvas quedan paralelas al piso a unos dos metros de altura, lo que permite mayor exposición de la planta al sol. Como ventajas pueden contarse una mayor resistencia a las heladas y menor propensión a las plagas. Como desventajas tenemos una menor aireación, mayor carga de la planta, más necesidad de mano de obra. No se puede utilizar en terrenos con mucha pendiente.
En los espaldares, la vegetación queda verticalmente con respecto al suelo, se disponen verticalmente alambres unos sobre otros, en donde el primero se sitúa a 60-80 cm del suelo y los demás a una separación variable de entre 25 y 50 cm, variando así su altura total.
Como ventajas podemos nombrar que son aptos para terrenos con pendiente, hay menor carga de las cepas, mayor aireación e iluminación, mejor coloración, mayor fertilidad, mayor facilidad de recolección.
Sus desventajas son menor longevidad, mayor presencia de malas hierbas y mayor problemática por la aplicación de herbicidas.
Los cultivos en Y se dan mayormente en California, la vegetación queda inclinada con un ángulo de 45 º sobre la horizontal del terreno.
Su estructura básica queda definida por la disposición de dos grupos simétricos (eje vertical) de alambres paralelos entre sí y sujetos a los brazos de la Y. El inicio de los brazos está situado a 1,2 m sobre el suelo, la parte final a 2,10 m, y su longitud es de 1,25 m.
Es una situación intermedia entre las anteriores, que apuntan a obtener las ventajas de cada método sin sus desventajas.
Y háganme acordar que un día les cuente la anécdota de las ciruelas…
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