Cuenta la leyenda que hace unos dos mil años… no, no, no… ¡corten! Larguemos con la toma 2.

Llega a mi pantalla una web que se llama: Merlot Skin Care (Cuidado para la piel con Merlot, para traducir de una forma coloquial) en la que cuenta la historia de un caballero, llamado Wayne Beckley, que se dedica a hacer productos de belleza a base de uva merlot.

Si me preguntan a mí, con lo que me gusta el merlot, a ese caballero hay que alejarlo de la viña y que las pobres uvas se transformen en vino; pero… también puedo llegar a pensar que compró un viñedo malo y que sus uvas no sirven para honrar a Baco…

De puro curioso sigo investigando y me encuentro con varios lugares que ofrecen productos a base de uva, y uno que habla de los 21 beneficios de aplicarse estos productos. Estos operarian en la piel, en el cabello y en el interior del organismo, pero como dudo de la seriedad de esas aseveraciones, ni siquiera las nombro. Lo que sí me llamó la atención es una empresa que ofrece las «cápsulas de ADN biológico de Malbec» a razón de 2.000 dolaritos el frasco, o la bicoca de 5.000.- el pack completo.

Después de esta entrada, si me indican una endoscopía, le diré a los médicos que no se preocupen porque mi interior debe ser de una belleza inestimable.