En 1995 se estrenó una adaptación hollywoodense de una película italiana de 1942 – Cuatro pasos por Las Nubes – que es, ni más ni menos, que la historia de una tradicional familia mexicana en el Valle de Napa, que por descontrol, casi pierde toda su viña. La película es «Un paseo por Las Nubes» y el final de la historia – SPOILER – es que el muchachito, en una viña totalmente arrasada por el fuego, consigue rescatar el pie franco de la vid familiar de 400 años de antigüedad, y con eso rescata la finca.

Con mucho menos romanticismo, pero con algo de esa épica, es que nuestros productores deberán recomenzar a transitar un camino que nos lleve a un nuevo reposicionamiento mundial, elevando producción, calidad y exportaciones, sin descuidar el creciente y demandante mercado interno.

Será muy dificil para la nueva administración revertir una situación en la que ni siquiera contamos con datos certeros, pero que es claramente necesaria para generar una rápida reactivación.

Es cierto que las prioridades hablan de recomponer una barbarie a nivel social, y en eso tendremos que acompañar poniendo todo nuestro saber al servicio de esta recomposición.

Han dejado un país desolado. Desvastado. Arrasado.

Han dejado un país quebrado, en lo económico, en lo social, en lo institucional. Lo que no podemos perder de vista es que la crisis es fundamentalmente moral. Llegamos hasta acá, porque hubo complicidad.

Cambiemos lo necesario, cada uno de nosotros, para que no necesitemos más «muchachitos de la película», y de una vez, y para siempre, construyamos la mejor sociedad.

Tenemos con qué.

No podemos desperdiciar ni una sola oportunidad más.