Doscientos años desde que un grupo de personas decidió tomar las riendas de su destino político y hacerse a la aventura de construir una nación.

Hoy es nuestra oportunidad de declararnos -y actuar en consecuencia- libres. Libres de prejuicios, libres de resentimientos, libres de egoísmos, libres. Lo que se dice verdaderamente libres. Esa libertad que proporciona el acto unilateral de soltar el lastre.

Es un acto de profunda responsabilidad. No es para cualquiera. Hay que ser valiente, pero la decisión es de cada uno de nosotros. Lo real es que no podemos, no debemos, esperar doscientos años más para ser independientes. El cambio está en cada uno. O lo asumimos, o seguimos siendo esclavos. Yo elijo ser libre.

En el día de la Patria, ¡Buenos Días!