Leo en Los Andes que 0nce escuelas e institutos con modalidad enológica de toda la provincia y 22 alumnos que estudian en ellos vivieron el histórico Concurso provincial intercolegial de catación de vinos, un certamen que ya se ha transformado en un clásico no sólo en el calendario escolar de estos institutos, sino de la actividad vitivinícola de Mendoza.
Y qué bueno que la provincia no haya perdido la posibilidad de educar a sus alumnos en la principal actividad económica de su territorio. En la edición 2015, la escuela mejor calificada fue la Galileo Vitali (de La Paz), seguida por la Miguel Pouget (Bermejo) y la Julio Chade.
El concurso comenzó en 1981 y es previo al proceso de transformación de la vitivinicultura.
En tanto, en la competencia por alumnos quien obtuvo el mayor puntaje fue Federico Campillay (de la escuela Armando Figueroa), seguido por Maximiliano Castro (Escuela Chade). En el tercer puesto hubo un empate entre Diego Brúculo (Escuela Vitali) y Lucía Bringas (Pouget).
Los alumnos avanzados (de más de 18 años) sacan a lucir sus conocimientos y todo lo que han aprendido a lo largo de su cursado con una catación a ciegas, y no pocos piensan seguir la carrera de sommelier.
“Es una planilla básica, pero precisa y concisa la que tienen que llenar los chicos. Los ítems que tienen que evaluar son ‘ojos’, ‘nariz’ y ‘boca’, del 1 al 10. Y cada valor se multiplica por el factor que está especificado al lado en la hoja.
Experiencia para imitar en las distintas regiones vitivinícolas del país.
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