Si algo tenía de objetivo este blog, puedo decir que con esta entrada, se cae ese mito. Queridos lectores, me he cruzado con un vino que, teniendo en cuenta la relación «costo/beneficio», simplemente me ha hecho repensar muchas cosas.

Azul Malbec 2014 de Bodega La Azul ($ 80). De nuevo: Pesos Ochenta. Es uno de esos ejemplares que llegan de muy buena mano y por eso uno los abre con confianza; hasta que … ¡explotan los aromas cuando saca el corcho!

El corcho, efectivamente es azul, y más allá del toque marketinero, es otra agradable sorpresa, porque al sacar el capuchón, de noche y ver el corcho oscuro…tengo que reconocer que me corrió una cosita por la espalda.

Es un vinazo joven. Y digo vinazo porque no esperaba esta perlita. Proveniente del Valle de Uco y 100% malbec, la primera nariz reconoce futas rojas, ciruelas, ¿cerezas?

A la vista es un rojo violáceo con brillo intenso. Con mucha fuerza, propia de su juventud y origen.

En nariz uno lo disfruta siendo frutado y no se puede esperar para llevarlo a la boca. Es allí donde aparece una entrada de lo más agradable, con un toque dulce, pero con taninos presentes. Hay un sabor que no puedo describir, pero es tan elegante que me llevó a cambiar de copa dos veces (en distintos formatos, para tratar de identificarlo según el lugar de la lengua en el que cayera el vino) y solo me dieron ganas de seguir tomando. Con un final largo, pese a que lo estaba acompañando con una carne ligera, verdaderamente me dieron ganas de tener siempre a mano, una botella de Azul, para compartir con los afectos.