El estadounidense James Suckling otorgó 100 puntos a 2017 y a Almaviva puente Alto 2017. Sin embargo, advirtió que el mercado local sigue batallando entre calidad y volumen.
Recorridos por diversos valles y una cata de más de 1.200 vinos mantuvieron más que entretenido al prestigioso crítico James Suckling, quien estuvo en Chile para elegir a los mejores exponentes de la industria local, los que finalmente dió a conocer.
Dos vinos se llevaron la nota máxima: Almaviva Puente Alto 2017 y Viñedo Chadwick Cabernet Sauvignon Valle del Maipo 2017, que obtuvieron los ansiados 100 puntos, mientras que Don Melchor Puente Alto 2017 de Concha y Toro, les pisó los talones con 99 puntos. “Los mejores 2017 son maduros y poderosos, pero increíblemente estructurados con esqueletos firmes de taninos”, detalló el crítico sobre sus elegidos, destacando también que los mejores vinos de Chile “siguen siendo los que se elaboran en las denominaciones tradicionales: Maipo y Colchagua”.
Pero no todo fue buenas notas. Suckling también tuvo críticas para la industria local, en particular hacia la batalla que todavía se mantiene entre calidad y cantidad. Si bien se mostró impresionado con que viñas como San Pedro estén tan diversificadas, al punto de tener un brazo enológico que da la impresión de una viña boutique, mientras que su operación principal es “más parecida a un almacén de Amazon, con camiones gigantes que dan servicio al extenso complejo de aluminio día tras día”, no hace otra cosa que graficar el contraste, comentó en su reporte.
“El vino chileno es un cuento de dos ciudades. Al igual que los vinos de gama baja están luchando por encontrar una identidad, los viticultores chilenos más atrevidos están llevando la innovación al límite y algunos de los vinos mejor calificados de su historia se están lanzando al mercado. Y se están uniendo a las filas de algunos de los mejores del mundo, desde cabernet sauvignons equilibrados y estructurados hasta syrahs y pinot noir sutiles pero sabrosos”.
También tuvo reparos a la calidad general de las catas. “Dado que muchas bodegas tienen que aceptar una miseria por sus vinos, no es sorprendente que muchas de ellas estén agitándose. En nuestras catas de más de 1.200 vinos, sentimos que, en general, la calidad fue ligeramente inferior a la del año pasado”, aunque destacó que junto a su equipo encontraron “muchos vinos sobresalientes, algunos totalmente de clase mundial”.
De hecho, valoró el esfuerzo que el país está haciendo para mostrar que es más que “cabernet y carmenere” y destacó iniciativas como la de Carmen de Santa Rita con el rescate de variedades olvidadas o el trabajo de J.Bouchón con el carignan. También reconoció las innovaciones que está llevando adelante MOVI, el Movimiento de Viticultores Independientes, lo que calificó como una “montaña rusa”, al pasar de vinos realmente destacables a otros profundamente extraños. Aunque en la suma, “ver a Chile comenzar a ampliar los límites de lo que es posible es alentador”, sostuvo.
Vale recordar que la primera vez en la historia que un vino chileno alcanzó 100 puntos Suckling fue en el año 2016 también conViñedo Chadwick Cabernet Sauvignon Valle del Maipo 2014 . Un motivo más para cruzarse al vecino país y degustar ambas añadas.
Fuente: La Tercera.com
1 Comentario
Muy buena pagina.
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