Dice la historia que Don Juan de Garay no se quedó quieto ni conforme con refundar Buenos Aires en 1580, y que a falta de la Ruta 2, salió por mar hacia el sur a tomar sol en una “muy galana costa”. Mucho más tarde, en 1746, los Padres Jesuitas constituyeron la reducción de Nuestra Señora del Pilar en la entonces “Laguna de las Cabrillas” hoy Laguna de los Padres. No fue sino hasta la segunda mitad del siglo XIX en la que se constituyó la Ciudad de Mar del Plata, cuyo decreto gubernamental de fundación está fechado el 10 de febrero de 1874; fecha oficial del “cumpleaños” de Mar del Plata, que el municipio de General Pueyrredón festeja en grande.
Coincidentemente o no, la primera vez que la Feria Masticar sale de la Ciudad de Buenos Aires –tal vez buscando lo mismo que Garay- lo hizo hacia Mar del Plata, más precisamente en el fin de semana del cumpleaños de la ciudad. Coincidencia o no, si tenés la oportunidad, aprovechala y eso es lo que hicimos ese fin de semana.
La Feria Masticar es un emprendimiento de gente de la gastronomía que nos acerca delicias cotidianas a los vecinos de una ciudad saturada de “chori, asado y pastas”. Participan todos los involucrados en la cadena alimentaria, vale decir, desde el productor hasta nosotros. Y cuando hablo del productor me refiero al panadero, al quintero, al quesero y por supuesto al bodeguero.
La feria en si tuvo un mercado donde comprar directamente desde el productor los productos frescos de estación; además hubo foodtrucks, stands de diferentes restós y chefs, un espacio de música y por supuesto, un gigantezco patio para disfrutar las delicias. Miles de personas desfilaron en un fin de semana bárbaro con el agregado de poder tomar clases de cocina con magos de la talla de Christian y Roberto Petersen; Dolli Irigoyen; Patricio Negro; o el dueño de una estrella Michelin: Aitor Arregi.
Ahora bien, como acá hablamos de vinos, está muy claro que una feria gastronómica sin vino es una mesa de dos patas; y también existía el “Bar de vinos” y el espacio “Probemos vino” donde se pudo degustar, con la asistencia de sommeliers, productos de más de 12 bodegas respetadísimas de nuestro país. Bodegas López, El Enemigo, y otras tantas, maridaron las exquisiteces de los chefs con gran altura.
Como síntesis: Gran festejo de cumpleaños de Mar del Plata. Bienvenida la iniciativa y ojalá desde ahora forme parte de la agenda de eventos de la Ciudad. Para quienes pasan por Buenos Aires, no dejen de ir cuando se les presente la oportunidad.
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