Para la gente relacionada con el vino quizás esta pregunta resulte un poco inocente, pero lo cierto es que día a día aquellos que comienzan a incursionar en estos temas me suelen realizar preguntas como estas.
Esta entrada está especialmente escrita para Lucía, una verdadera entusiasta del vino que cada día se anima a más y comienza a dar sus primeros pasos en el tema.
Se le denomina vino Manchego a aquellos que provienen de La Mancha. Una DO -denominación de Origen- de una gran zona vitivinícola (la más grande del mundo) que comprende a 192 municipios de cuatro provincias castellano manchegas: Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Esta zona está bañada por los ríos Guadiana, Tajo y Júcar y se encuentra a una altura de 700m sobre el nivel del mar.
La Mancha es una zona ideal para el cultivo de la vid porque el rendimiento por hectárea no es muy elevado y se prima la calidad. Además, la gran cantidad de horas de sol que disfrutan sus viñas, el ciclo de maduración de las mismas y la salud de sus vides son extraordinarios. El clima es continental con una temperatura media de 14 grados, los veranos son muy cálidos, superándose incluso los 40ºC, y los inviernos largos y fríos, con temperaturas de hasta -15ºC. Las precipitaciones van de 300 a 400mm anuales. Constituye el 47% de la superficie de viñedo español, ya que al año 2016 Castilla-La Mancha cuenta con 443.818 hectáreas alcanzando la mayor producción anual de vino en España.
Las variedades que incluyen los vinos manchegos son muchas. La diversificación varietal es una de los rasgos más llamativos de La Mancha. La riqueza varietal es enorme, siendo posible obtener en La Mancha magníficos vinos no solo de variedades autóctonas sino, también, de gran número de variedades foráneas que encuentran en La Mancha el ambiente ideal para explotar toda su potencial.
Entre las variedades blancas se encuentra la clásica Airén –emblemática uva española-,la Chardonnay, Gewürztraminer, Macabeo o Viura, Moscatel de grano menudo, Parellada, Pedro Ximénez, Riesling, Sauvignon Blanc, Torrontés, Verdejo y la Viognier.
Y entre las tintas se encuentran las Bobal, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Cencibel o Tempranillo, Garnacha tinta, Graciano, Malbec, Monastrell, Moravía dulce o Crujidera, Petit Verdot, Pinot Noir y Syrah.
Durante los siglos XVI y XVII los vinos de esta región abastecieron a la corte por su cercanía a Madrid y las menciones al vino manchego en el libro más universal escrito en lengua castellana, Don Quijote de La Mancha son frecuentes. Así Miguel de Cervantes, en su universal obra, hace referencias al vino como aquella que dice: “tanto alababa el vino que lo ponía por las nubes, aunque no se atrevía a dejarlo mucho en ellas porque no se aguase”.
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