La realidad es que durante mi niñez, mis padres eran muy poco afectos a las “bebidas analcohólicas elaboradas a base de… con un 10% de jugo de…” y solo se “permitían” en alguna circunstancia muy particular –léase cumpleaños y otras fiestas-.
Lo que sí estaba permitido era que mi abuelo, a una determinada edad, nos “manchara” la soda con un chorrito de vino tinto; lo que nos convertía en “los chicos grandes” de la familia – además de darle un sabor especial al agua con burbujas.
Este “cóctel” no nos causó cirrosis hepática, ni diabetes, ni problemas de sobrepeso u odontológicos.
Hace unos días ví en twitter una infografía sobre el consumo de azúcar en los argentinos, y por haber estado relacionado con la industria de las bebidas, no digo que me sorprende, pero entiendo que es un dato estadístico que sería muy interesante revertir en el corto plazo. Según los datos del OVA, tomados con base propia o de terceros, en todos los hogares deberíamos saber que:
- El consumo anual per capita de gaseosas es de 136,7 litros; mientras que el de “jugos en polvo” es de 33, 9 litros y el de “aguas saborizadas”: 17,1 litros. Todas sumadas llegan a 187,7 litros. Los vinos apenas 23,8 litros y la cerveza 45 litros.
- Si llevamos este consumo a kilogramos de azúcar per cápita, por año; las bebidas analcohólicas suman 14,161 kilos. Sí: catorce kilos con ciento sesenta y un gramos por año por persona. Los vinos suman 0,191 kilos de azúcar por año por persona.
El CDC de Estados Unidos, ha determinado una correlación entre el consumo en exceso de azúcar y la obesidad, que puede ocasionar estas enfermedades:
- Enfermedad coronaria
- Diabetes tipo 2
- Cáncer (de endometrio, de mama y de colon)
- Hipertensión (presión arterial alta)
- Dislipidemia (por ejemplo, niveles altos de colesterol total o de triglicéridos)
- Accidente cerebrovascular
- Enfermedad del hígado y de la vesícula
- Apnea del sueño y problemas respiratorios
- Artrosis (la degeneración del cartílago y el hueso subyacente de una articulación)
- Problemas ginecológicos (menstruación anómala, infertilidad)
No pretendo asustar a nadie, pero sí colaborar en la toma de conciencia de lo que provoca “Sentir el Sabor”.
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