En este espacio hemos hablado de varios tipos de envases para el vino. Nos ocupamos de los “bag in box”, de las latas, de las copas, e incluso de las botellas pesadas. De alguna manera, y por algún motivo, parece ser que la botella de vidrio es hoy por hoy, la elegida para los vinos destinados a ser criados o consumidos en un lapso importante.
Es evidente que el vino en caja es percibido como algo de menor calidad.
Hay algún intento de embotellar vino en envases PET (plásticos) similares a los utilizados en las gaseosas. Este tipo de contenedores tiene dos problemas importantes, uno de ellos es ecológico: son prácticamente no degradables; el otro tiene que ver con la porosidad, que los convierte en altamente contaminables de la sustancia que tienen en su interior. Para dar muestra de ello, simplemente tomen la misma gaseosa, con la misma fecha de elaboración en botella de vidrio, y en botella PET. Encontrarán meses de diferencia en la fecha de vencimiento entre ambas muestras, y esto es debido al polímero que en el caso de las gaseosas, solo tiene cuatro meses de “vida útil” desde la fecha de embotellado.
Esto nos lleva a la compañera típica del vino desde hace unos cuantos siglos, la botella de vidrio. El vidrio es una mezcla de componentes inorgánicos, cuyas proporciones, típicamente son las siguientes:
- 71% de arena
- 14% de sosa, extraída del carbonato de sodio
- 11% de cal, extraída del carbonato de calcio
- 4% de otras sustancias (mayormente colorantes)
Y acá la primera paradoja de estos tiempos “minerales”: y el vino embotellado en arena y cal, ¿no se vuelve mineral como en los huevos de concreto?
La respuesta es no pero debido precisamente al proceso de vitrificación de esos minerales. Fundir estos materiales requiere de una temperatura superior a los 1.000°C durante un largo período de exposición. Cambia radicalmente la estructura de las materias primas y no queda lugar para un intercambio entre la botella y el vino. Básicamente se ha transformado en un material neutro. Hay arena y cal en el vidrio, pero no en el mismo formato que en un huevo de cemento.
¿Qué ventajas ofrece la botella de vidrio?
Solo por nombrar algunas:
- Es muy resistente a los agentes químicos. Las botellas pueden lavarse a altas temperaturas con agentes abrasivos y no pierden sus propiedades.
- Una vez desechadas no contaminan.
- Tienen un muy buen desempeño mecánico, tanto a la tracción como a la compresión, y esto colabora muchísimo en el transporte y la estiba.
- Protección contra radiación UV
- Aislante eléctrico
- Aislante térmico
Estas propiedades convierten a la botella de vidrio en uno de los contenedores, si no decir el más, noble para la crianza y conservación del vino.
Bienvenidas las nuevas ideas y materiales, mientras el vidrio goza de buena salud.
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