Para los que nos leen asiduamente no resulta desconocido que me gusta descubrir perlitas en el tema vinos y todo lo relacionado a el. Y cuando lo descubro me gusta compartirlo, porque al fin y al cabo en eso consiste este sitio, en contar experiencias personales vividas en torno al vino.
Si viviéramos en Italia, sería familiar hablar de Fiano: una uva blanca italiana de las mejores, con alto potencial que crece en la región de Campania y en la Isla de Sicilia, en el Valle del Etna (aunque se cree que originalmente vino de Grecia).
En Campania se encuentra Avellino, la cual es una D.O.C (denominación de origen controlada) o DOCG (Denominazione di Origeni Controllata e Garantita) para los italianos: Fiano Di Avelino.
Es una uva muy versátil, que crece muy bien en suelos volcánicos, con inviernos rigurosos, veranos muy calurosos y clima seco. La variedad es apta para elaboración de vinos blancos, espumantes y vinos dulces.
El cultivo de la uva de a poco a ido conquistando otros suelos, expandiéndose a Australia a la zona de Mc Laren y a Argentina, a zonas de La Rioja y de Mendoza. Es una cepa de poco rendimiento, lo que ayuda a obtener buena concentración de aromas y sabores, y permite elaborar tanto vinos jóvenes como vinos de guarda.
A Mendoza llegaría de la mano del enólogo italiano Giuseppe Franceschini, quien adoptó a la provincia, específicamente a la zona de Agrelo para elaborar sus vinos.
Pero no sería el único que se apasionaría por la variedad. También la sommelier y Directora de vinos de The Vines Mariana Onofri al descubrir la cepa se atrevió a experimentar con ella y elaborar un vino de su autoría un blend de cepas y de terroirs: «Zenith Nadir» que reúne Chardonnay del Peral -Tupungato- en un 52%, Fiano dePerdriel -Lujan de Cuyo- 32% y Sauvignon Blanc de Vista Flores- Tupungato- 16%.
El Chardonnay tiene 12 meses de crianza en barrica de primer uso y el resto de los blancos 12 meses de crianza en barrica de segundo y tercer uso.
Un vino profundo, intenso, que deja huella en el paladar. De allí su nombre: Zenith (cenit) el punto vertical más alto sobre la tierra como nos cuenta Mariana, aspirar a lo mas alto, y Nadir el punto más profundo representa la complejidad de carácter.
No es la única que se atrevió a experimentar con Fiano, otras bodegas ya tienen un ejemplar con esta cepa, tales como: innovación de Santa Julia, Susana Balbo, y Bodegas Caelum también de la mano de Giuseppe Franceschini. Salvo que Mariana le imprime a su vino la característica típica del vino de autor: un vino único, singular y con identidad.
Vale la pena probarlos y ampliar nuestra experiencia sensorial.
Salud!
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