El Observatorio Vitivinícola Argentino presentó un informe basado en un artículo publicado por Wine Australia, el cuál hace un análisis sobre los stocks de vinos en todo el mundo, teniendo en cuenta la finalización de las cosechas en el Hemisferio Sur, la maduración de las uvas en el Norte y el efecto del consumo de vinos en estado de cuarentena global.
Tanto las actividades de viticultura como de vinificación nunca fueron interrumpidas durante la pandemia de COVID-19. De hecho la recolección de la uva ya concluyó en el Hemisferio Sur, mientras que en el hemisferio norte el proceso de fructificación de las vides está casi completo, con una cosecha estimada para dentro de tres meses. Un análisis rápido de los principales países productores de vino sugiere un resultado mixto para 2020, aunque es demasiado pronto aún para predecir con certeza qué sucederá con los cultivos del Hemisferio Norte.
La vendimia en el hemisferio sur
Los principales países productores de vino del Hemisferio Sur: Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, fueron sorprendidos a mitad de la cosecha cuando las medidas de confinamiento por COVID-19 fueron implementadas por cada país. Con distintos tipos de restricciones, afortunadamente, se permitió que la cosecha continuara por lo que no se vió afectada, salvo los cambios introducidos en las prácticas laborales para garantizar el distanciamiento social.
En general, se espera que la cosecha de 2020 para este hemisferio sea menor que en 2019, pero esto debido a las condiciones climáticas de sequía predominantes.
– Argentina ha reportado una cosecha de 2,04 millones de toneladas (un equivalente aproximado a 1,98 millones de toneladas métricas y 1,16 billones de litros de vino). Esto representa un 11% menos que la cosecha 2019 y 7% menos que su promedio de cinco años. Esta disminución se debe a una temporada afectada por la sequía, las heladas, las altas temperaturas y una cosecha temprana y corta.
– Se estima que la cosecha de Chile será un 15-20% menor a su promedio, afectada primero por heladas a principios de diciembre y luego por un verano muy caluroso que culminó con el décimo año consecutivo de lluvias por debajo del promedio en las regiones vitivinícolas. En su informe preliminar del 23/4, la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) estimó que la producción de vino en este país será de 1.050 millones de litros.
– Sudáfrica ha tenido su mejor cosecha desde 2017, después de dos períodos muy difíciles, y se espera que produzca 1.020 millones de litros de vino. Esto es un 5% más que el 2019, pero aún ligeramente inferior al promedio de los últimos cinco años. Las condiciones climáticas favorables que han prevalecido durante toda la temporada de crecimiento han permitido este resultado.
– Nueva Zelanda ha tenido una temporada considerada como «benigna» y de acuerdo con la estimación preliminar de la OIV, se espera una producción promedio de 300 millones de litros.
– En Australia, recién en julio se publicará el informe oficial de cosecha, sin embargo, las primeras estimaciones sugieren que estará por debajo tanto del periodo 2019 como del promedio de los últimos 10 años. La temporada se vió diversamente afectada por heladas, humo, fuego y sequía en algunas regiones. No obstante, el acceso al agua suplementaria parece haber mitigado los efectos de la falta de lluvia en algunas zonas. Según datos iniciales de la OIV, la producción de vino de Australia en 2020 será de 1.150 millones de litros, un 4% por debajo de 2019 y un 10% por debajo del promedio de 5 años.
La vendimia en el Hemisferio Norte
Iniciando su verano, hasta la fecha, han habido pocos informes de problemas que afecten el potencial de los cultivos en esta región y se espera que los principales países productores tendrán al menos una temporada promedio. No obstante quedan varios meses por delante.
– California ha tenido una cosecha bastante pareja en los últimos 7 años, excepto en uno, produciendo cerca de 2.400 millones de litros de vino. A la fecha, se ha informado que las condiciones son buenas en todo el estado y se estima que para el 2020 la producción se ajustará el promedio.
– En Francia, la primavera no tuvo contrastes y abril trajo buenas lluvias, por lo que las vides están en óptimas condiciones y su desarrollo, para algunas variedades, se ha adelantado entre 2-3 semanas respecto al promedio. Aun cuando existe el potencial de pérdidas por olas de calor y otros eventos del verano, se estima una cosecha promedio para una producción total de vino de 4.400 millones de litros.
– España tuvo un invierno con buenas lluvias y sin heladas en momentos críticos, por lo que podría tener una cosecha similar o superior a su promedio. Considerando una producción casi récord de 4.500 millones de litros en 2018 y de 3.400 millones de litros en 2019, una cifra razonable para 2020 se ubicaría en el rango medio de 4.000 millones de litros.
– Desde 2015, Italia ha sido el mayor productor de vino del mundo. Si bien ha tenido uno de los inviernos más cálidos y secos de los últimos años, las condiciones de crecimiento para la temporada 2019-20 han sido normales. Un pronóstico conservador sugiere unos 4.750 millones de litros, algo ligeramente inferior al promedio de cinco años de 4.900 millones de litros.
Para los productores europeos es un problema sustancial la cantidad de existencias remanentes en tanques, como resultado de una disminución significativa de la demanda. Tanto las exportaciones como el consumo interno, se han visto afectados por los aranceles comerciales y las medidas de restricción en distintas regiones. Es probable que esto genere una falta de almacenamiento para los vinos en 2020, sobrestockeando el mercado y bajando los precios. Estos países han pedido a la Comisión Europea que apruebe un programa de «destilación de crisis» para convertir el exceso de alcohol en productos tales como desinfectantes de manos y cosméticos.
Resumen global
El gráfico 1 muestra la estimación de producción por país para 2020 comparado con cifras de la OIV para el 2019.
La combinación de una cosecha reducida en los países del Hemisferio Sur y una producción de tamaño promedio en el Hemisferio Norte, sugeriría una cosecha global cercana a los 26.700 mil millones de litros de vino.
Gráfico 1: Estimación de producción para 2020 en comparación con 2019 por país
¿Cómo se posiciona la oferta estimada con el consumo esperado?
Según las cifras de la OIV, desde el año 2013 el consumo mundial de vino se ha mantenido relativamente estable en una cifra cercana a los 24.000 millones de litros; y similarmente para el 2019 la estimación es de 24.400 millones de litros.
La OIV no hace pronósticos, pero el IWSR de Reino Unido, en su reciente publicación estima una caída sustancial en el consumo mundial de vino como resultado de la pandemia del COVID-19 y los impactos económicos y sociales asociados, con disminuciones de dos dígitos en los 10 principales países consumidores, excepto en los Estados Unidos.
El gráfico 2 muestra el resultado de aplicar las tasas de crecimiento de IWSR para 2020 a las cifras de consumo de la OIV para los 10 principales países consumidores de vino en 2019, para producir una estimación del consumo en 2020.
Este enfoque se ha adoptado en lugar de utilizar los volúmenes de pronóstico de IWSR por país para dar continuidad a las figuras históricas de la OIV. No hay variación importante entre las cifras de IWSR y OIV en ningún caso.
Gráfico 2: Consumo de vino por país para el pronóstico 2020 vs 2019
La disminución total del consumo mundial de vino en 2020 rondaría el 13%, según el IWSR, es decir unos 21.200 millones de litros. Entonces, la brecha entre la oferta y la demanda, según los datos anteriores, sería de 5.500 millones de litros (21%), más de lo que ha sido durante al menos los últimos 10 años (ver Figura 3).
Gráfico 3: Oferta mundial de vino vs demanda (consumo) a lo largo del tiempo
Entonces, según estos números habrá un excedente de vinos en el 2020. ¿Se podrá estimular el consumo a pesar de los efectos de la pandemia con una baja de los precios? ¿O terminará el alcohol sobrante convertido en material de productos cosméticos o sanitizantes para manos?
Si bien los números del consumo de vino en el mundo arroja que el consumo en casa aumentó, no aumentaron las ventas y en esto el cierre de restaurantes con la consecuente pérdida de oportunidad de venta de vinos afectó al balance total. Esto se comprueba en algunas bodegas cuando hacen referencia que la venta cayó al 30% ya que su principal canal de venta son los restaurantes.
Es muy pronto para predecir los resultados finales que la crisis provocada por la pandemia de COVID-19 dejará en los distintos sectores, pero es indudable que dejará su huella.
Fuente: Observatorio Vitivínicola Argentino.
Imagen:iprofesional
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