Pasó la Vendimia 2019 y al leer el diario del domingo, se te erizan los pelos. Imagino cómo deben estar los mendocinos. Coviar le reclama al gobierno. El gobierno le reclama a los productores. Los productores que exportan dicen que les fue bien. Los productores que venden en el mercado local dicen que hay recesión. En el medio están los productores que están a punto de dejar de serlo. Los presidentes de las cámaras hablan de la situación del sector, de la macroeconomía, de las recetas conocidas.

Ayer fui a una vinería y ví que un vinito que en 2017 se vendía a $ 120; lo tenían a $ 440. En lo personal, mis ingresos nominales no subieron un 367% en menos de dos años.

La inflación la generó el gobierno. Los empresarios a quienes les conviene este esquema, cumplieron al pie de la letra en incrementar precios por paritarias, dólar, inflación y estado de la meteorología. Siempre en aumento, jamás una retracción. Le sirve a todos, menos a los que producen, y mucho menos a quienes consumen.

Argentina lleva más de cincuenta años generando beneficios extraordinariamente altos para aquellos que apuestan, en la ruleta financiera. Sólo producimos dinero contra dinero. Bajo todas las denominaciones legales, o no tanto, quienes administraron nuestro país se han concentrado firmemente en que la única industria productiva y redituable, sea la bicicleta financiera.

Y se viene otra administración, otro año perdido esperando a ver qué hacen los popes si gana A ó B; el cuco o el hombre de la bolsa. Los intendentes miran a los gobernadores, los gobernadores al presidente y el presidente está molesto por las declaraciones de un presentador de TV. Mientras tanto, sacá la plata del país, cubrite con el dólar, entrá y salí de las tasas. Salvate como puedas.

Desde 1983, nadie se propuso poner en marcha a la Constitución Nacional. Si esta república fuera verdaderamente federal, las provincias no dependerían de la coparticipación nacional, y Buenos Aires no recaudaría Ganancias, IVA, Impuesto al Cheque, Impuesto a la transferencia de combustibles, Impuesto al malhumor y qué se yo cuántos más. Los principales responsables de esto son los propios gobernadores que no se plantan frente al gobierno central y lo obligan a que solo cumpla las funciones que le son reconocidas por la Constitución.

Tenemos un territorio muy extenso, capaz de producir mucho más de lo que necesitamos. Hay gente muy capaz y comprometida. Tenemos jóvenes inteligentes y con ganas. Sólo tenemos que tomar la decisión de sacarnos el lastre de encima. El “mejor gabinete de los últimos 50 años” nos llevó a la peor crisis de los últimos 50 años. Los CEO que hoy gobiernan, todos magos de las empresas LEAN y todas las métricas de costo/eficiencia, nos endeudaron a perpetuidad por generaciones para mantener, conservar y ampliar un sistema de clientelismo que sólo les redunda en su propio beneficio. El lastre son los políticos, legisladores, jueces, sindicalistas, y todos los que viven colgados de quienes producimos. El lastre son todos los que miran para otro lado.

En el fondo, sólo queremos trabajar, y vivir muy bien, como nos merecemos todos los habitantes de este bendecido suelo argentino; porque esta tierra da para que vivamos muy bien los menos de cincuenta millones que la habitamos.