Te lo dijimos en otras oportunidades y aprovechamos el fin de semana XXXL para que te decidas a ir a Mendoza en Vendimia. Este año sí. No lo postergues más. Subite al auto, avión o lo que sea y ándate ya mismo. Llegá por el sur, por el este, por el norte y porqué no desde el oeste; pero llegá.
Más simple no te la puedo hacer. Es para que te entusiasmes y vayas. La provincia y su gente ya se encargarán por sí solos de enamorarte y hacer que regreses.
Te armo un menú de pasos con cinco vinos de cinco lugares diferentes de la provincia y esa experiencia sensorial es el inicio del amor con Mendoza.
Para “avinar” la boca empecemos con un aperitivo y una Bonarda del este, que los hermanos Durigutti la hacen de lujo. Con madera, sin madera, corte o varietal, tenés que probarla.
La Bodega está en Luján de Cuyo y puede ser visitada. Acá te dejamos el enlace.
De un extremo al otro, geográfico y enológico, te damos la oportunidad de probar un vino del sur, de San Rafael; y además orgánico. Uno de mis favoritos lejos. No dejo de tomarlo en cada oportunidad que tengo. La finca es orgánica, está en la cuenca del Atuel, y cuenta con el asesoramiento de EnoRoland. Estoy hablando de Solandes en cualquiera de sus variedades. La mejor incursión por la vía de los orgánicos.
Además, cuentan con un apart super exclusivo en la mejor ubicación de Mendoza Capital. Acá les dejo el enlace de la bodega.
A esta altura ya es hora de probar los “pesos pesados”. Desde el famoso Valle de Uco, más precisamente de Gualtallary, llega otro de mis predilectos. Sí Ale Vigil y todos los que saben me lo permiten, en mi caso me gusta más El Enemigo que el Gran Enemigo. Obras de arte ambas, y en realidad escribo esto para que me inciten a seguir probando el Gran Enemigo… je je je.
El Cabernet Franc es una cosa seria, y para disfrutarlo de todo a todo, la visita a la “República del Chachingo” es un paseo obligado. También acá dejo el enlace.
Sí, los menúes de pasos tienen eso… la oportunidad de comer y tomar cosas cada vez más ricas. Es un desafío a los sentidos. Es la opción de recorrer los terruños sentados a la mesa. Y cuando parece que nada más te va a sorprender, entonces aparece una familia desde Maipú, que hace el vino como nadie, y te presenta ese vino que es para saborear con los amigos, casi en la sobremesa, cuando estamos todos relajados. El Estilo López se hace presente con su Montchenot Gran Reserva y te das cuenta de que es de verdad un vino diferente.
No se bebe, se disfruta. Se saborea. Es una caricia al paladar. Y sí, tenés que conocer la bodega. Te van a recibir de primera y es sumamente accesible desde Mendoza Capital. Acá te dejo el enlace.
Ningún menú de pasos está cerrado sin el espumoso. Y es acá donde comentemos una minúscula transgresión. Sumamos un poquito de uva riojana para presentar esa bomba que es el Progenie I de Vistalba.
En la tierra del Malbec, Lujan de Cuyo, esta bodega es un deleite y el espumoso es único. No les puedo contar más, tienen que visitarla. Con finísimos detalles y una sala de degustación sorprendente, sí o sí tienen que acercarse a conocerla.
Mis cartas están sobre la mesa. Espero haberlos tentado. Ojalá se animen a armar una mochila y salir corriendo. Les pido que me cuenten sus experiencias al regreso.
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