Si sos de esas personas que compran vino por la etiqueta, es muy probable que de un año al siguiente hagas la siguiente pregunta: ¿la bodega cambió el vino?
La respuesta parece simple: no fue la bodega, fue la naturaleza. Cada año la uva, aunque provenga de la misma planta, se transforma en un fruto diferente. El tiempo de la cosecha, el frío, la cantidad de días de sol, el agua recibida; todo eso modifica el producto de un año al siguiente.
Sin embargo, hay bodegas que intentan que sus productos sean siempre «iguales», mientras que otras dejan que se note la influencia en cada añada. En las primeras contamos a las más tradicionales, en tanto que los más «creativos» quieren que el consumidor pruebe lo que la tierra dio esta vendimia, y puede ser radicalmente diferente a lo obtenido el año anterior.
En lo personal, soy partidario de mantener un vino lo más fielmente cercano a su antecesor, y si por alguna causa resulta muy diferente, pues ese año, lo embotellaría con otra marca. Entiendo que a primera vista resultaría más simple tratándose de un vino de corte, que un varietal, aunque hoy por hoy, los vinos de rango medio hacia arriba, tienden a asemejarse mucho todos los años.
Te dejamos el tema abierto, mientras aprovechás para organizar una vertical y tomás partido.
1 Comentario
Buena nota… y podrían aclararle a la gente que no existen nuevos vinos premium… vendo vinos y la gente me compra los supuestos vinos nuevos premium y se desilusionan, les explicó que vinos que usan madera de 2 y 3 uso… no van a tener la concentración de sabores, potencia etc el vino premium tiene cierta características… los otros son vinos interesantes más fluidos etc pero no premium…
Agregar comentario