Como buenos amantes del vino y su cultura nos gusta escribir sobre vinos del mundo. Si bien en Argentina nos sobra tema para hablar, nos parece importante también dar a conocer  aquellos vinos que por su terroir, variedad o calidad son destacados mundialmente.

Y eso ocurre con los vinos de Toro. Que es no es lo mismo que Vino Toro, esa tradicional etiqueta de los argentinos de bodega Fecovita considerado un vino de mesa.

En este caso nos referimos a los vinos de la D.O de Toro ubicada en las provincias de Zamora y Valladolid en España. Una de las diez regiones vitivinícolas de mayor interés del mundo. Región bañada por el Río Duero.

Los vinos de Toro cuentan con una gran tradición. Sus orígenes son anteriores al asentamiento de los romanos.En la Edad Media fueron considerados un bien muy apreciado, concediéndoles privilegios reales que permitían su comercialización en ciudades donde la venta de otros vinos estaba prohibida.

Se llenaron con estos vinos bodegas reales y navíos que alcanzarían las tierras del nuevo mundo.

Durante el siglo XIX se exporta en grandes cantidades a Francia para suplir la falta de vino provocada por la plaga de la filoxera.

En la actualidad el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro avala la calidad de 51 bodegas.

Pero ¿cual es la característica de estos vinos?

A lo largo de la historia el valor del vino de Toro había radicado principalmente en su graduación y corpulencia, características que hacían de él un vino duradero, y que permitía su transporte a ultramar. A medida que el mercado fue demandando vinos más finos y elegantes, surgió la necesidad de un cambio en su elaboración. La conclusión a la que se arribó fue que los vinos presentaban esa intensidad y alta graduación alcohólica debido a la tardía recolección de la uva Tinta de Toro y no debido intrínsecamente a la variedad. De este modo comenzaron a recolectar la uva en el momento óptimo de maduración reduciendo su graduación de los 16º-17º, hasta los 13º-14º.

La uva tinta de Toro es la misma uva tempranillo de la Do Rioja, aunque tiene características y cualidades específicas.

Sus granos, que son de pequeño tamaño, contienen abundante tanino y siempre que se recoge en su punto óptimo de madurez suele aportar sabores afrutados excepcionalmente concentrados.

Por otra parte, su maduración es más bien tardía y los rendimientos (agravados por las características de suelo y clima de la zona) suelen estar entre los 2.000 y los 3.000 kilogramos por hectárea, es decir, entre los más bajos del mundo.

Sus características organolépticas más importantes son su capacidad para entregar vinos potentes, estructurados, de marcada personalidad e intensidad. A la generosa graduación que suelen tener sus vinos se añaden tintos con un gran cuerpo, color intenso y una importante presencia tánica.

Esta uva adopta unos 15 nombres diferentes en toda España y en el extranjero, y en cada zona se comporta de forma distinta en función de las condiciones de suelo y clima de cada viñedo, otorgando vinos de muy diferentes matices.

Estudios ampelográficos y moleculares han determinado que se trata de la misma uva. Decir uva tinta de Toro es hablar de Tempranillo de la zona de Toro.

Manuel Louzada, enólogo de Numanthia, destaca que la Tinta de Toro es lo que se conoce en enología como una “variedad completa”, ya que trabajada con precisión es capaz de dar por una parte vinos elegantes y con una buena textura pero sin renunciar a entregarnos una extraordinaria profundidad.

Numanthia es una de las Bodegas más prestigiosas en la elaboración de vinos de Toro. Es la bodega del Grupo Moët Hennessy en Toro. Vinos muy recomendados si tienen la oportunidad.