Estamos en la Semana Santa, y es natural que prestemos más atención a ciertas costumbres o ritos que se dan durante las distintas celebraciones. Desde hace un tiempo, en la Eucaristía del Jueves Santo, los fieles pueden comulgar “en las dos especies”; esto quiere decir, que la hostia consagrada, se embebe en el cáliz y la Comunión es de “Cuerpo y Sangre”. Es inevitable la curiosidad.
Respecto del pan de la hostia, es un pan ázimo, sin levadura ni conservantes o aditivos; ahora bien, ¿qué características tiene el vino que se utiliza en la Misa?
Las normativas de la Iglesia fueron reguladas en dos concilios, pero a los fines prácticos, podemos sintetizarlas diciendo que deben ser naturales, sin aditivos ni conservantes, y de larga vida para evitar que se “avinagren”.
En Argentina, hay dos bodegas que producen el vino utilizado en las consagraciones; una de ellas es la Bodega Don Bosco, que forma parte de la obra Salesiana. La otra bodega es Cabrini.
El vino Don Bosco es de color naranja, dulce, fortificado. Es ideal para postres. Proviene de viñedos ubicados en Maipú y tiene doce meses en barrica de roble francés. Probarlo es una invitación a tomarlo.
El vino de Cabrini es un blend de Malbec, Tempranillo, Bonarda y Lambrusco. También añejado doce meses en barricas de roble, resulta un vino rosado dulce y fortificado. La mitad de la producción se encuentra en barricas expuestas al sol, que en el momento del embotellado, se mezcla con el otro cincuenta por ciento. A diferencia del Don Bosco, que presenta notas cítricas, el Cabrini tiende a los frutos rojos.
Ambos vinos se consiguen en vinerías a precios muy accesibles, y para quien quiera sacarse la duda de “qué gusto tiene el vino de Misa”, dejamos abierta la invitación a comprarlos.
Les deseamos muy Felices Pascuas.
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