La foto de portada la subió Adrián Domingo a las redes sociales con un comentario acerca la falta de agua y del granizo. Confía en que a pesar de la falta de la primera y de la violencia del segundo, este 2018 tendrá una excelente cosecha.
Es verdad que el granizo forma parte desde siempre de la climatología mendocina, aunque también es cierto que el mundo tiene que tomar las riendas para frenar el cambio del clima debido a la mano del hombre. Si no lo hacemos, el planeta está en peligro concreto.
Mientras tanto, en Europa están preparándose para los cambios que prevén aumento de temperatura durante los próximos cincuenta años al menos. Se espera que Sudamérica tenga regiones cuyos climas cambien a subtropical e incrementen las precipitaciones. Esto generará en la uva cambios en el ciclo de maduración, que traerán aparejados vinos más alcohólicos, con baja intensidad de color y acidez.
Vivero Mercier de Argentina y Bodegas Roda de España, han desarrollado un consorcio de investigación, IBEROGEN, para el desarrollo de clones de Tempranillo y Malbec con el objeto de seleccionar las muestras más enológicamente adaptables a las altas temperaturas, basado en características tales como ciclo de maduración largo, probable bajo grado alcohólico, retención de acidez, alta intensidad colorante, entre otras.
Hay cinco investigadores del CONICET en este proyecto, que trabajan en el Laboratorio de Genética y Genómica de la Vid del Instituto de Biología Agrícola de Mendoza. Para obtener más información, les dejo el enlace a la página.
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