Dame tres razones por las que tengo que ir a otra feria de vinos.
Vinos de Argentina tiene bastante más que tres razones para ir. No es una feria de esas a las que estamos acostumbrados en Buenos Aires. A menudo comentamos que es una experiencia interesante probar la misma cepa de distintas geografías, y en nuestro país, nos podemos dar ese gran lujo: el malbec del sur de Mendoza no es igual que el de Tucumán.
Encontrás el vino “con nombre” y el vino “del hombre”, porque junto con el de la gran bodega está el artesanal.
Encontrás el vino orgánico que es para derribar de una vez y para siempre el mito de que “no son buenos”.
Encontrás amigos.
En Vinos de Argentina están presentes quince provincias vitivinícolas de nuestro país. Es una muestra en tiempo real de las diferencias entre el vino del norte y el del sur, el vino de la altura contra el vino del desierto pampeano.
Todo en el mismo momento y en el mismo lugar. Es muy interesante. Es experimentar con nuestros sentidos. Es algo personal.
El recorrido de la feria colabora en ir “de menor a mayor” y el espacio elegido es uno de mis favoritos en la Ciudad de la Furia. Es un oasis. No se escuchan bocinazos, no se siente el smog, no te apabullan las luces. Ezequiel, Marcela, Verónica y todo el equipo de Vinos de Argentina te reciben siempre con una sonrisa y ese clima se traslada a toda la muestra. Simplemente fluye. Todo contribuye para que la experiencia sensorial se intensifique.
¿Todavía no te convencí? Es sábado, hace frío, el catering que se puede disfrutar es maravilloso. ¿Necesitás mas?
Ya te di tres razones para ir a la feria, falta la más importante, esa que sale de vos y es decir: Voy a Vinos de Argentina porque me gusta.
Ojalá la disfrutes tanto como yo.
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