Todos hablamos de lo malo que es el consumo excesivo de alcohol, pero vemos a menudo maratones alcohólicas generadas por las excusas más inverosímiles que se nos puedan imaginar. Siempre hay una excusa para una copa más (en la vida real, o en la “canchereada” de las redes). En esto, creo que llegué a mi límite.
Lejos de marcar el daño que provoca la ingesta excesiva de alcohol, en algún punto pareciera que hay un doble estándar al respecto. “No bebas, pero mirá todo lo mágico que podés hacer con mi bebida”. Y el mensaje no viene solo del productor o del distribuidor, muchas veces viene por los canales “informales” de comunicación. Un gesto, una imagen, un guiño.
Hay mucho escrito, y poco leído o comprendido sobre el tema, pero no puedo quedarme de brazos cruzados.
El alcohol etílico, o etanol, es un compuesto orgánico de Carbono, Hidrógeno y Oxígeno obtenido, en el caso de las bebidas, mediante la fermentación anaeróbica de los azúcares y levaduras. Está presente en mayor proporción en las bebidas alcohólicas, que otros alcoholes. Además de los propósitos culinarios, se lo utiliza como desinfectante o combustible.
¿De qué manera afecta al cuerpo humano? El etanol afecta actúa sobre determinados receptores que provocan inhibición neuroquímica, de forma similar a los barbitúricos y benzodiacepinas. En el corto plazo, a la euforia inicial, le sigue la desinhibición, los mareos, confusión, ilusiones, incorrecta coordinación motriz, somnolencia y/o irritabilidad del sujeto; quien está en presencia de una intoxicación alcohólica –embriaguez o borrachera-, que puede llegar al coma alcohólico y a la muerte misma.
Los efectos crónicos o de largo plazo son la cirrosis (enfermedad degenerativa del hígado), daño cerebral, sangrado del sistema digestivo, desnutrición, problemas psiquiátricos, entre otros.
El alcohol etílico, al entrar en contacto con las enzimas que lo descomponen, genera etanal y ácido acético. El etanal es veinte veces más tóxico que el etanol y se supone que puede ser una sustancia cancerígena. Es el agente que provoca la resaca. El ácido acético, sustancia presente en el vinagre puede causar daño severo al sistema digestivo, y ocasionar un cambio potencialmente letal en la acidez de la sangre.
Ahora las estadísticas argentinas, ¿que dicen acerca del consumo de alcohol? Tomando datos procesados por la Federación Interamericana del Corazón – Argentina – nos encontramos lo siguiente:
Más de 8.000 personas por año mueren en Argentina por el consumo problemático de alcohol.
7 de cada 10 adolescentes consumieron alcohol alguna vez en la vida
La mayoría lo hizo por primera vez antes de los 14 años (75,9%, EMSE 2012) y antes de los 15 años (78,7%, SEDRONAR 2014)
El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por estudiantes de secundaria en todo el país
Casi no hay diferencias en los patrones de consumo de alcohol entre varones y mujeres tal como se observaba en el pasado. Esto muestra que la brecha entre sexos tiende a reducirse y marca un crecimiento del problema entre las adolescentes.
Viendo estos datos, ¿estamos siendo responsables en la comunicación? ¿Es válido solamente dar herramientas a quien esté interesado? Si vemos la página DrinkIQ elaborada por Diageo – el gigante mundial de destilados tales como Johnnie Walker, Guinness, Smirnoff o Baileys- bajo una apariencia muy agradable proporciona datos a quien los solicite. Claro, no son TODOS los datos, sino aquellos que hagan creer al usuario de que tiene toda la información necesaria para un consumo responsable. De todas maneras, debo reconocer que es el sitio con mejor información al respecto, proveniente de una destilería.
Quiero dejar expresada claramente mi posición al respecto: estoy a favor de que adultos responsables saboreen una copa de buen vino, como complemento de una comida, o una charla relajada con amigos. Estoy totalmente en contra de la iconografía que se le presenta a los adolescentes y jóvenes acerca de la magia del alcohol.
Me quedo con una frase que se le atribuye a Salvador Dalí: “El que sabe degustar no bebe demasiado vino, pero disfruta sus suaves secretos.”
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