Hace unos días me regalaron un ron costarricense, y quien me lo trajo, rápidamente se disculpó diciendo que no había encontrado vino propio del lugar, aunque estuvo tentado de traer vino argentino porque estaba más barato que acá…
Les cuento que me gustó el regalo, por el hecho de que me tuvieran presente y además, porque nunca había tomado ron costarricense. Este país centroamericano que produce caña de azúcar y cacao seguramente tiene muy buenos destilados y esa misma noche hicimos el maridaje de «crecen juntos, se consumen juntos» ron con chocolate amargo. Es redundante explicar que el combo era sabroso, pero más jugosa fue la charla.
Costa Rica lleva un sistema político de 200 años de democracia. La tasa de alfabetización es del 97,8%. El gasto en educación es el 7% del PBI. El gasto en salud es del 9,3% del PBI y el 97,8% de la población tiene acceso al agua potable. La tasa de mortalidad es del 4.6/00 y la tasa de mortalidad infantil es del 8.3/00. La expectativa de vida es de 78.6 años. El 99.5% de la población tiene acceso a la electricidad. No tienen milicias. No tienen conflictos con sus vecinos. No tienen huella de carbono, lo que significa que sus bosques producen más oxígeno que las emanaciones de CO2 de sus motores.
Algunos números de su economía dicen que tiene un crecimiento sostenido del 4% por año desde 2010, y su inflación es del 0.8% anual. El 75% del PBI son ingresos provenientes del sector de servicio. La tasa de desempleo es del 9.4% y el 24% de su población está debajo de la línea de pobreza, donde la mayoría son inmigrantes ilegales de Nicaragua que configuran la mano de obra no calificada y ademas son los más necesitados de la asistencia social oficial.
Otras malas noticias para Costa Rica es el empleo de niños como mano de obra (aproximadamente 39.000), el tráfico de personas y el turismo sexual.
A pesar de esto, Costa Rica tiene el estándar de vida más alto de la región. El secreto fue una política implementada en la década del ´70 basada en alcanzar las metas de proveer acceso universal a la educación, salud, agua potable, cloacas y electricidad. Esto significa una erogación cercana al 20% del PBI pero ha devenido en una veloz declinación de la mortalidad infantil, y aumento de la expectativa de vida.
Ojalá podamos copiarles algo más que un buen ron.
Agregar comentario