Muchas veces cuando leo sobre vinos y a la vez pruebo nuevas etiquetas, voy descubriendo las últimas tendencias que cada bodega impone para resaltar sus productos en el intento constante por superarse. Escucho sobre los esfuerzos que hacen los enólogos por marcar la diferencia, por lograr «ese» vino que se destaque del resto. Se habla de la selección de uvas dentro de las ya seleccionadas, de la búsqueda «del» terroir dentro del terroir, del momento justo para cosechar la uva ni un día antes ni un día después, del racimo cosechado a mano, de la elección de una etiqueta que trasmita y que hable sobre lo que hay en el interior de una botella, y hasta del espiritu del vendimiador, y es cuando me pregunto: Entonces…¿Qué hay dentro de un tetra?. ¿Qué contiene para que sea posible venderlo a muy bajo precio?
Por fuera salta a la vista que su envase no reviste grandes costos. No tiene corcho, se transporta con facilidad, no se rompe en el traslado, no tiene etiqueta ni especificaciones y mucho menos se habla de su enólogo.
Pero ¿es solo su precio lo que genera el prejuicio del vino en tetra? O ….¿será su contenido?
Podemos ver que la cajita de cartón, que no es la de comida rápida, dice en su frente «Vino de Mesa» , (antiguamente vino común). Otros dicen «Vino Blanco» o «Vino Tinto»…es decir …los «Sin mención varietal» de los que habla el I.N.V en sus estadísticas. Las mismas donde podemos observar que la venta de vino de este rango es casi la misma que la venta en botellas (41,66% vs 54,12%) ver ¿Qué estamos consumiendo los argentinos en materia vino?
Pero claro, hace mucho tiempo este mismo vino se envasaba en damajuanas, hasta que surgió el envase tetrabrik en la provincia de San Juan. Denominada en ese entonces «envase de vino no convencional». fue un hito de la vitivinicultura sanjuanina, que se ponía a la vanguardia mundial y cambiaba la forma de fraccionamiento con un vino blanco abocado. Corría el año 1980.
Por ese entonces la brecha entre el vino de mesa o común y el vino fino (en botella) no era lo que es en el presente.
Siempre se asoció a los tetras con vinos de baja calidad, porque la uva ya era mala…o pobre. Provenientes de viñedos con gran cantidad de fruta pero con poco potencial. Con poco azúcar residual y alta acidez y el proceso de vinificación menos cuidado, más corto y menos controlado.
Sin embargo de a poco eso va cambiando y ya hay bodegas que comienzan a querer mejorar el producto. El envase no es lo malo. Hay que mejorar el contenido. Si al fin y al cabo en países europeos y los mismos americanos tienen presentaciones en caja de cartón con vinos más cuidados.
Y en ese intento por un cambio gradual de calidad y en consecuencia de imagen es que hace ya algunos años, 2009 para ser más precisa se realizó el primer «Concurso Nacional de Vinos de todos los días» como se decidió llamar a la cata a ciegas de vinos tetra en la cuál se asignaba puntaje y se premiaba con medalla de oro, plata y bronce. La idea era buena. Y la intención mantenerlo. Pero solo se reeditó la segunda edición. Nunca se continuó. Las razones se desconocen.
Cabe hacerse la pregunta si en este rango de precios y envases se pueden conseguir productos de calidad. La industria lentamente da señales de un intento de mejora. No son muchos los casos, pero ya comienzan a aparecer bodegas que envasan vinos premium en tetra individuales. No será fácil derribar el prejuicio. El tiempo dirá.
3 Comentarios
Hola, me gustó mucho tu análisis y coincido en que no va a ser fácil desterrar los prejuicios de que la calidad del contenido no coincide con la moderna presentación del envase…pero también creo que inexorablemente llegará el momento en que la calidad del contenido se imponga sobre los practicidad del cartón..!
Saludos
El tiempo lo dirá Angel! Saludos!
Comparto plenamente el comentario….y digo….hay vinos en envases de vidrio….que pueden ser superados plenamente por algunos tetra.
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