Filoxera es una mala palabra en el mundo de la vid, pero si nos retrotraemos a 1.886, llegamos a un malagueño, don José López Rivas, que dejó su viña en España para radicarse en Argentina a hacer lo que sabía: vinos y aceites.
En 1.898 finalmente estableció en Mendoza, lo que hoy llamaríamos su «emprendimiento personal» y que cuatro generaciones después, sigue en manos de su familia; esto es nada más ni nada menos que Bodegas López.
Es dificil tratar de escribir algo original sobre esta familia, que lleva más de cien años haciendo productos de calidad, que se pueden encontrar con facilidad, a un precio accesible y que tiene una distribución envidiable. Es que el solo pensar en 40.000.000 de litros de vino – sí, cuarenta millones- repartidos en toneles de roble, tanques de acero inoxidable, depósitos de concreto y estiba de botellas; nos deja sin habla a varios. Es precisamente parte del «Estilo López». Y ese estilo es muy cercano. Es algo tangible.
Días atrás, el 22 y 23 de septiembre, Bodegas López realizó un evento denominado precisamente «López de Punta a Punta».
Para esto nos invitaron a su espacio en Buenos Aires, ambientado de la mejor manera que nos podía recibir, con todos los productos de la bodega, ubicados estratégicamente de manera que podamos movernos con toda soltura, degustarlos y conversar. Lo expuesto iba desde el aceite de oliva – primera prensa en frío – que la familia produce desde la década del ’30; hasta el material de merchandising que verdaderamente asombra.
Es que hablar de vinos de López, es hablar de clásicos. López, Rincón Famoso, Selección López, Chateau Vieux y Montchenot son demasiado conocidos para que yo pueda hablar de ellos. Todos hemos pasado por la experiencia de estos vinos en distintas etapas, y siempre hay una oportunidad para descorchar el López adecuado.
El mismísimo Miguel Brascó tiene su vino de la Bodega, y fue Brascó quien proporcionó el dibujo de la etiqueta. Esta obra de arte es 70% Syrah y 30% Merlot, lo suficientemente buena como para que el mismo Don Miguel recomendara como una clave de servicio, airearla previamente en el decantador.
En el mismo evento, la firma presentó a un Xero con su imagen completamente renovada. Ese Xero que tiene un proceso de elaboración muy particular que le da nombre al vino, y está relacionado con el momento en el que se separan los hollejos.
Pero esto no ha sido todo. El broche de oro de la noche fue en dos sentidos. Tuvimos el placer de asistir a una cata vertical de Monchenot. Los elegidos fueron:
Monchenot 15 años, añada 2000
Monchenot 20 años, añada 1995
Monchenot 115, añada 1998, en homenaje a los fundadores de la bodega.
Todos blends de Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec, con un extraordinario paso por toneles de roble de Nancy, para luego ser estibados para la guarda en botella. Los degustamos después de siete horas de decantación, y les puedo asegurar que son inolvidables.
Para coronar la cata, el elegido fue Federico López, añada 2000. Coincidimos con Carol Abousleiman, de Historias Bellas, en que era menester repetir la experiencia, mucho más al saber, por comentarios de Eduardo López Laurenz – cuarta generación de bodeguero- que tenían en Maipú, botellas de Chateau Vieux ¡de 1938!
La noche terminó en ese bar maravilloso que tiene la bodega, con las palabras de Fabricio Portelli contando su experiencia con el Estilo López.
Es que esta familia tiene tradición bodeguera y son fieles a sus cosas. Orgullosos de esos vinos que producen. Genuinos en la forma de hacer negocios. Conocedores de su público y de la porción de mercado que dominan. Todo estaba en sintonía, el enorme depósito, las cajas esperando ser despachadas, los empleados tan buenos anfitriones como los dueños.
Tal vez sea esa la clave del éxito, ser ellos mismos, y como decía don Miguel Brascó, vinos de calidad sin «piripipí». No en vano, un vino de la bodega lleva su nombre.
Muchas gracias Bodegas López por la invitación y por sus vinos.
2 Comentarios
Muchas gracias por habernos acompañado en nuestra Degustacion anual.
Gracias por tan completa y narrativa nota, nos gustó mucho y la compartiremos en nuestra página web y redes sociales.
Un muy cordial saludo
Eduardo López
Muchas gracias a Uds, Eduardo. De verdad nos sentimos muy a gusto!
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