Si estando de viaje por Estados Unidos, se te ocurre pedir vino por copa ya sea porque es mediodía y no deseas beber tanto o porque estás solo viajando y una botella es demasiado seguramente cuando te alcancen la carta de vinos encontrarás algún vino italiano, quizás un vino chileno, pero seguramente no faltará un Zinfandel: White Zinfandel o Red Zinfandel.
Confieso que cuando me tocó pedir vino por copa me incliné por uno italiano para salir de lo habitual o por uno chileno si los demás me daban desconfianza. Con este último existe mínimo error de equivocarse. Porque lamentablemente también debo decir que difícilmente encuentren vinos argentinos por copa y a veces hasta incluso pocos por botella.
Siguiendo con el relato siempre veía que era infaltable una copa de Zinfandel, no solo eso sino que estaba el White Zinfandel y el Red Zinfandel!! Motivo por lo que una tarde cerca de las 6 de la tarde (cena para los americanos y almuerzo tarde para mí) al pedir vino por copa ..solo había Zinfandel! Eso sí: white y red. Con desconfianza miré al mozo mientras dudaba en pedirlo. No tenía muchas más opciones, puesto que estaba en Las Vegas y allí el vino no es el Rey. Mientras lo miraba el asintió con su cabeza y me dijo anímese, no se va a arrepentir. Y a continuación agregó: «si no le gusta se lo cambio». Frase mágica para convencer a alguien que está indeciso.
El vino llegó antes que la comida, yo había optado por un red, lo trajo fresco, no tanto como a un blanco pero sí a menor temperatura que un tinto habitual. Y el vino me sorprendió. Al ver mi cara de aceptación el mozo comenzó a contarme. Yo estaba bebiendo un Zinfandel de Lodi, zona vitivínicola al este de San Francisco, entre Sacramento y Stockton. En ese momento me enteraría que es la cepa insignia de Estados Unidos, que se encuentra ampliamente extendida en California y que se encuentra en tercer lugar su producción, detrás de Chardonnay y Cabernet Sauvignon.
Durante mucho tiempo fue considerada una uva «primitiva» por lo que solo era usada para cortes en vinos. Pero el amplio desarrollo en materia vitivinícola que ha vivido el país en los últimos años, la ha posicionado entre las mejores. Si bien es utilizada para vinos frescos y ligeros también se encuentran grandes ejemplares con esta variedad tinta obteniéndose vinos de gran cuerpo y expresivos.
Pero también me enteraría en ese momento que todo ese posicionamiento no fue gratis, que llevó años trabajar en la variedad, mejorarla y colocarla en el foco del consumidor. Qué hizo falta educar al consumidor, no solo mejorar la calidad de la uva en los viñedos y del vino en la bodega. Y que las bodegas no fueron quienes pusieron dinero en la promoción sino fueron los productores quienes hicieron el trabajo.
Con toda la historia contada por quién quería quitarme mi prejuicio hacia tan noble cepa, se terminó mi copa. Cuando estaba por pedir la segunda, el mozo me miró y me dijo: «Le traigo otra copa, cortesía de la casa».
Cuando acercó la segunda copa, me trajo la botella, y me dijo: «Ud está bebiendo un Zinfandel de Lodi, el mejor hogar para esta cepa»
Esto ocurrió hace ya 7 años atrás, y hoy leo con beneplácito que en el año 2015 la Revista Wine Enthusiast la distinguió como la mejor región vitivinícola a nivel mundial . ¿Los motivos? Su clima y la diversidad de suelos. Cercana al océano pacífico, tiene días despejados y cálidos con brisas marítimas suaves por las tardes.
Y ya se dice que Lodi será el próximo Napa Valley.
Será cuestión de esperar.
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