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Malas Experiencias

La Vid

La Vid

En esta oportunidad no me voy a referir a la vid vitis vinífera, sino a La vid el Restaurante de   @BodegaNorton

Voy antes a aclarar que fiel a nuestro estilo de relatar «Experiencias Personales con el vino» lo que describo es nada más y nada menos que «Mi experiencia personal».

Nadie puede poner en duda que Norton tiene excelentes vinos, y tal vez siguiendo al vino, uno llega al restaurante de su Bodega.

Como buena enófila recorro las numerosas bodegas que Mendoza tiene…y a sus restaurantes.

Y aclaro también que me considero una persona ubicada, en el sentido que se diferenciar cuando uno accede a un lugar económico con platos sencillos pero buenos, o cuando por la categoría del lugar o su precio uno espera algo a la altura de la circunstancia.

En esta ocasión, lamentablemente aún no salgo del asombro de lo acontecido en La Vid.

Llegar un domingo a almorzar con amigos, y que te sirvan el vino elegido por nosotros, muy rico por cierto, Lote A-110 Malbec 2010, sin que el mozo haga ni un comentario, es la primera vez que me pasa.

Acto seguido llegaría una entrada (?) mínima del menú fijo del lugar que consistía en una mini tostadita con un paté de cerdo mínimo también y una mini tacita con «callos» (bahh..mondongo) en salsa como para abrir el apetito que ya por la hora estaba abierto por demás. Todo esto acompañado de un minitubo de espumante rosado del que tampoco recibimos comentario alguno.

appetizar

Hasta ahí yo seguía expectante de que seguiría luego.

Lo que vino a continuación fue verdaderamente decepcionante: una pata muslo de pollo con su hueso, sumergido en un caldo con verduras alrededor que presentaron como pollo al disco. Ni decir que miré con tristeza al pobre vino, tan desmerecido frente a este plato.

pollo al disco

La verdad, es que no lo toqué. Apenas comí unos bocados de las verduras que lo acompañaban. Decidí darle la prioridad al vino y a la charla, bastante interesante por cierto con nuestros amigos.

Cuando el mozo retiró mi plato yo esperaba la pregunta obligada: «¿Qué pasó, no le gustó?, pero nada de eso ocurrió. Creo que el mozo no se animó a escuchar mi respuesta y decidió retirar sin hacer demasiadas preguntas.

Luego vendría el postre. ¡Bingo! Nadie me preguntó si me gustan los panqueques. Sí, ya se, la mayoría de la gente ama los panqueques, pero yo no. Pero no todo es tan malo….venía acompañado de un mini flancito que estaba muy rico.

postre

Al final del almuerzo nos ofrecieron café y aceptamos encantados….más cuando vino la cuenta…..nos lo habían cobrado $40 pesos cada uno. No digo que sea caro, digo que cuando todas las bodegas lo incluyen como cortesía, en esta ocasión me pareció caro.

Casi que me tienta decir lo que pagamos por pareja, pero no lo voy a decir por respeto, solo les digo que con propina y todo la cuenta por pareja casi llegaba a los 3 ceros. Más el número adelante por supuesto. Quiero creer a esta altura que lo caro era el vino. (una sola botella)

Sin duda y aquí queda demostrado, que no ha sido mi mejor experiencia gastronómica, pero me animo a comentarla porque a Mendoza viene muchos turistas, que no conocen como un local cuáles son los mejores lugares para comer y me gustaría quedarme con la conciencia tranquila de que al menos yo les avisé.

Pero no todo fue tan malo al fin y al cabo, yo casi no comí, y eso colaboró con mi dieta,  esa que empezamos todas las mujeres para bajar esos gramitos de más que nos deja el invierno.

Gracias Norton!

 

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