Cuenta la leyenda que uno de los posibles orígenes del nombre «Salta» es el vocablo «Sagta» de los habitantes originales, que significa «Lugar Hermoso» y que probablemente eso haya inspirado a don José Vicente Solá a «tirar» como eslogan para un concurso: «Salta, La Linda». Lo concreto es que nadie puede negar la belleza de la naturaleza en este paraje, tanto que las imágenes no pueden retratarla con entera fidelidad.
La provincia, es atravesada por el Trópico de Capricornio y ofrece una selva exuberante al este, que contrasta totalmente con el desierto árido de la puna. En las zonas turísticas de los Valles y Puna, hay bastante amplitud térmica, entre el día y la noche, variando la temperatura entre 10 a 15 ºC. Esta combinación es la que da lugar a los maravillosos vinos de altura que se producen en nuestro país. Los viñedos están entre los 1500 y los 3200 metros de altura sobre el nivel del mar, y hasta parece que se ha desatado una competencia entre los winemakers para ver quien escala más.
Es verdad que si hablamos de una variedad salteña, el Torrontés es el dueño del lugar, pero también han ido ganando espacio el Malbec, el Tannat y el gran Cabernet Sauvignon. Los Valles Calchaquíes acaparan el 70% de la superficie sembrada con vides y el 99% de esa producción se destina a vinos finos.
En una entrada futura hablaremos concretamente del Torrontés -que ya todos sabemos que no sabe igual al que tomaba mi abuelo…-, solo que no queríamos dejar pasar la oportunidad de esrcribir unas líneas sobre este lugar maravilloso que es la provincia de Salta, y hasta dejarlos con un poquito de ganas de ir a visitarla.
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