Una vez tomada la decisión de comprar copas, suelen interferir con la decisión, cosas que a primera vista no parecen importantes, pero impactan en lo cotidiano. Eso fue lo que desde Winerist quisieron mostrar para que la elección sea la adecuada, y lo plantearon en la forma de diez preguntas:

1. ¿Contamos con toda la información técnica sobre la copa?

¿Vidrio o Cristal? y sí hay diferencia entre ambos.

¿Coloreadas? ¿Facetadas? ¿Qué tipo de borde? Esto es importante en la percepción del vino. Lo vimos anteriormente, la forma de la copa altera la forma de percibir tanto aromas como sabores.

El tipo de vidrio también, aunque parezca mentira, y por supuesto la transparencia del mismo. No es una decisión menor, sino, hagan la prueba en diferentes lugares con distintas copas.

2. ¿Qué vino, cuándo y dónde lo tomás?
Analicemos juntos: ¿blancos o tintos? ¿Tintos ligeros o corpulentos? ¿Una copa en la cena o muy ocasionalmente?

Lo que se busca con esto es tener el tipo de copa más apropiada, porque el vino blanco lo vas a disfrutar mucho mejor en un formato de copa que no le cae para nada bien a los tintos. La copa «Burdeos» es en general multipropósito, y una buena alternativa si sos de probar diferentes variedades. Dependiendo del presupuesto, tal vez lo mejor sea un «set» estándar de 6 copas de blanco y 6 de tinto.

3. ¿Dónde las vas a guardar? 
Si, es un factor limitante. ¿Dónde vas a poner las copas? ¿Cómo: colgando, apoyadas sobre el pie, boca abajo? Sabés que las copas son pesadas, ¿lo tuviste en cuenta? Una vez que resuelvas el cómo y dónde, entonces salí a comprar las copas.

4. ¿Cuan hacendoso sos?
Seamos honestos: las copas de cristal o de muy buena calidad se lavan a mano, con sustancias no invasivas, y se secan; ¿vas a hacer eso todas las noches? Hay buenas copas que soportan el lavaplatos, pueden ser una salvación a la hora de decidir descorchar un vino.

5. El riesgo de accidentes
No sé qué pasará en sus casas, pero hay temporadas en las que se me rompe todo lo que tengo en la mano. Si eso me ocurre con una partida de copas Riedel, simplemente voy a la bancarrota. Este es otro factor decisivo en el momento de la compra, evalúen bien cuan seguido ocurren accidentes en su vajilla.

6. ¿Tomás algo en el postre? 
Te regalan un Malamado y al mismo tiempo, llegan con una caja de chocolate amargo suizo, esta situación ¿te resulta familiar u ocasional?. Si sos de los que todas las noches toman algo con el postre, tenés que considerar la compra de una copa para esta ocasión. Justamente es el momento más relajado y es mejor aprovecharlo con la vajilla indicada.

7. ¿Y las burbujas? 
Sí, te la complico un poco más, te olvidaste -o no querías llegar- a los espumosos. Y la realidad es que las burbujas hay que disfrutarlas en su copa. Si te gusta el vino y vas a comprar copas, no dejes afuera a las de espumoso.

8. Tu estilo
¿Cenas con candelabros o asados en el quincho con amigos?. De eso se trata. La vajilla depende del estilo que tengas. Si sos de recibir amigos informalmente, nadie va a analizar el desplazamiento del vino por la copa; si en cambio tus cenas son puramente formales, es muy factible que tengas que apelar a lo más caro.

9. ¿Cuánto vas a gastar? 
Riedel. Schott Zwiesel.  Zalto. son marcas importantes que te van a significar el valor – por cada copa – de una muy buena botella de vino. Si tu presupuesto alcanza, teniendo en cuenta los factores anteriores, adelante, pero no pierdas de vista esas ofertas de buenas copas por precios sensiblemente menores.

10. ¿Cuánto espacio tenés? 
¿Tenés que cruzar tres ambientes cada noche para tomar una copa de vino? Lo concreto es que las copas ocupan un lugar amplio. Los edificios modernos no ayudan demasiado con los espacios, y sin dudas puede ser una limitación a la hora de comprar copas importantes.

Esta es una adaptación del artículo escrito por  Aliye Melton en  Cuvee Appeal.