Los «Ice Wines» no son vinos que recién sacamos del freezer, ni tampoco vino con cubitos de hielo.
Se trata de un vino extremadamente dulce que proviene de paises con fríos extremos o viñedos ubicados en alturas extremas.
Se obtienen de uvas Riesling o Vidal y tienen precios elevados debido al alto riesgo que conlleva depender de heladas regulares.
Lo que espanta a los productores normales, es lo que desean los winemakers de vinos helados, porque ellos exponen las uvas a temperaturas de hasta diez grados bajo cero y en ese momento, con el fruto congelado, comienzan el proceso, generalmente nocturno.
El resultado es un vino extra dulce, diferente del Tokaji o los botritizados -no intervienen esos microorganismos-. El rendimiento es bajo pero de una calidad increible.
Los principales productores son Canadá, Suiza, Alemania y Austria.
Por ser tan dulce, el maridaje ideal son los postres o aperitivos, y como platos principales, aquellas comidas picantes, saladas o quesos de una edad razonable.
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