Hablar del vino Tocay o Tocaji es hablar de Hungría.
Tocay es la región de Hungría donde se produce este particular vino.
Y para graficar su excelencia podemos decir que ya el Rey de Francia Luis XIV se refirió al mismo como: «Vino de Reyes, Rey de Vinos»
¿Pero que tiene de diferente este vino?
Podríamos decir que mucho. Son varios los aspectos que hacen del Tocay un vino original.
En primer lugar el mismo se origina de cepas botritizadas por botrytis cinerea conocida como la podredumbre noble. Esta afección suele ser selectiva, no afectando a la totalidad del fruto, lo que lleva a la recolección manual casi «grano por grano».
La variedad más utilizada es la Furmint(60%) y el resto es Harslevelu y Muscat Blanc a Petit Grains.
Este hongo deshidrata al grano, pero conserva todas las demás características como azúcar, acidez solo que a la vista deja un grano parecido a una pasa.
La vendimia en esta zona es tardía para conseguir este efecto «concentrado» del grano.
Durante la cosecha el fruto es depositado en unas cestas rígidas de madera denominadas «putton» y en plural «puttonyos» con una capacidad de hasta 25 kgs.
A la uva previo al proceso de vinificación se la prensa hasta conseguir una sustancia densa como una pasta.
Luego se procede a la utilización de 136 litros de vino blanco seco y joven al que se le agrega de 3 a 6 cestas ( puttonyos) de esta uva prensada.
A esta mezcla luego se la somete al proceso de vinificación. A mayor cantidad de puttonyos mayor cantidad de azúcar lo que le otorga una mezcla de acidez y dulzor que lo hace único. Cuando se le agregan 6 puttonyos (150 kilos de uva prensada) o más se produce un vino espeso denominado «aszú» o eszencia producto del agregado de esta lágrima que dan 6 puttonyos.
A mayor cantidad de puttonyos mayor riqueza del vino. Esta Eszencia viene en envases de 400 ml.
El resultado de este proceso nos da un vino dulce, de alta graduación alcohólica entre 11 y 15 grados, muy intensos y con sabor a miel y de color oro. Es considerado uno de los vinos dulces más ricos del mundo. Y en 2002 se convirtió en Patrimonio de la Humanidad.
El vino se lo deja envejecer en pequeñas barricas en túneles subterráneos oscuros y húmedos donde la temperatura llega a ser bajo cero.
En las visitas a estas bodegas se les provee a los visitantes de un abrigo impermeable para soportar la temperatura ya que la húmedad y oscuridad intensifican el frío. El aroma de este lugar es fuerte e intenso por la colonización del lugar por el mismo hongo que se encuentra en el vino el cuál se lo puede observar adherido a las paredes.
Su potencial de envejecimiento es sorprendente: las buenas añadas pueden envejecer más de cien años.
1 Comentario
Excelente explicación me encantó es muy interesante
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