Desde mi llegada a Mendoza, sólo he recibido mimos, y es para sacarse el sombrero la hospitalidad de los mendocinos.
Desde la etapa de planeamiento del viaje, el hospedaje estuvo siempre en la mira. Cuando uno está cómodo en su casa, piensa que «apenas es un lugar para dormir y pegarse una ducha»; hasta que llega a las 2 de la mañana, cansado, con casi 24 hs. sin dormir, un mal vuelo, etc.
Esto a la llegada…imagínate después de 48 horas de recorrer tantos lugares que tenés que anotarlos para no olvidar sus nombres.
Y entonces te hablan de Solandes, preguntás si te van a alojar en la Bodega, pero resulta que se trata de un Apart 10 puntos ubicado en un lugar 10 puntos de la Ciudad.
Solandes tiene vinos orgánicos dignos de ser degustados. Es que Antonio y Marcela, hacen una apuesta fuerte por la calidad y el buen gusto. Y se nota. En cada detalle se disfruta el buen gusto.
La primer foto es parte del apart, que les puedo asegurar es más que cómodo. Varias veces, por cuestiones laborales, tengo que viajar a otras ciudades y por momentos, en estadías prolongadas y definitivamente, la próxima vez que me toque Mendoza, Solandes será el lugar elegido.
¿Cuál es la diferencia? El muy buen gusto, la calidad, el servicio, la ubicación, la comodidad, es sin dudas el lugar para descansar y disfrutar. Hay un ambiente para «vivir», uno para «trabajar», uno para «comer» y así todo. Nada te choca, nada te molesta. Un descubrimiento que espero que Uds. sepan aprovechar cuando tengan que darse una vuelta por Mendoza.
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