Hay avances tecnológicos que irrumpen a toda velocidad en los mercados, y otros que asoman lentamente.
Uno de estos avances, que amaga con entrar al mercado del vino, son las etiquetas termosensibles. Como su nombre lo indica, cambian de color, de acuerdo con la temperatura a la que están siendo sometidas.
La primera vez que las vi fue en la industria de la salud. Se las utiliza en envases de medicamentos que deben guardar una cadena de frío rigurosa por el riesgo que conlleva para la salud de la persona.
Algo similar vi hace unos veinte años con los termómetros de contacto. Muy útiles con niños. Se aplicaban sobre la frente y en pocos segundos, se iluminaba el número correspondiente a los grados de fiebre que podía tener el niño. No era super preciso, pero lo suficiente como para llamar o no al pediatra.
Hoy es Norton, quien incorpora en su línea de cosecha tardía, una etiqueta termosensible.
Cuando el envase alcanza una temperatura inferior a los 7°C, se muestra la frase: «listo para disfrutar«.
Bienvenida la innovación, y que se contagie rápidamente, sobre todo para los que no siempre tenemos un termómetro a mano.
1 Comentario
Me parece muy interesante pero no encuentro estás etiquetas por ningún sitio, alguien sabría donde las puedo encontrar
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