Y la ciencia avanza. Y cuando decimos esto pensamos que podemos estar hablando del tratamiento de enfermedades, pero también la ciencia avanza en múltiples sectores como por ejemplo en la vitivinicultura.

La vitivinicultura actual no es la misma que se desarrollaba a principio de siglo pasado.

Y de esto da cuenta el desarrollo de nuevos instrumentos tecnológicos que ayudan a los enólogos a la producción de vinos de mayor calidad.

Tal es el caso del Enochip.

Pero ¿qué es un enochip?

El enochip es un instrumento electrónico que posee sondas con fragmentos de ADN de más de 10.000 fermentos o levaduras específicas que permiten detectar las diferentes especies de bacterias y levaduras presentes en el proceso de vinificación que van a contribuir de forma positiva o negativa en la calidad final del vino.

Esto permite detectar los microorganismos directamente en el vino sin necesidad de realizar cultivos. Además de permitir detectarlos juntos al mismo tiempo, sean bacterias lácticas o acéticas, o levaduras, lo que no es posible lograr mediante cultivos.

Esto confiere rapidez al acortar tiempos de análisis y confiabilidad en el estudio del vino permitiendo la monitorización de los microorganismos en tiempo real facilitando la adopción de medidas correctivas rápidas. Además muchos de los microorganismos aislados mediante enochip  no desarrollan en la placa  de cultivo de laboratorio.

Como todo, el uso de enochip no está generalizado, pero al menos existe como alternativa para aquellos enológos que puedan acceder  a su uso.

Bienvenida la ciencia que contribuye a mejorar la calidad de esa gran bebida que es el vino.