Hmmmm no, los de Salta no, hablo de los de Estados Unidos. Ya sabemos que los salteños disfrutan como nadie de nuestro excelente Torrontés, acompañado de esas también únicas empanadas propias del lugar.

Es que la segunda encuesta anual encargada por el Wine Business Institute y llevada a cabo por la Sonoma State University, vuelve a arrojar como favoritos de los consumidores al Chardonnay y al Merlot, pero… si, pero… prefieren vinos frutados o semi-dulces a los semi-secos o tánicos, siendo el factor decisivo, el señor dinero. Sí, el precio.

Es que de la encuesta de 1.072 consumidores, el 59% son mujeres de entre 21 y 68 años. Solamente el 21% de los encuestados, manifestaba tener un conocimiento profundo del vino.

Si repitiéramos la encuesta en Argentina, sobre todo en público que no es conocedor del vino, las respuestas podrían ser similares, especialmente en el precio como factor decisivo y el gusto de vinos dulces en las mujeres. Porque también es cierto, por ejemplo en Buenos Aires, que las damas comienzan a elegir el vino, pero siempre dulce. Cuando uno le ofrece un rosado, ya miran con desconfianza, un tinto es un casi seguro «rebote».

Si este ejercicio lo hiciéramos a ciegas, acompañado del maridaje correcto, es posible que pudiéramos vencer algunas barreras. Es una cuestión de probar y explicar.

Ese es el desafío que tenemos por delante, que la gente consuma sabiendo porqué le gusta.