Y sí… es muy fácil hablar – y muy bien – de Zorzal Terroir Único Malbec 2014.
Es rojo intenso, brillante y claro.
Vino de Tupungato, que ya muestra esa expresividad desde el descorche, con la presencia de esas frutas rojas y cierta floralidad; pero con una frescura que presagia que nos haremos rápidamente amigos. Media hora después de tomar contacto con el oxígeno, sigue «cantando» que es muy bueno.
En boca abre las alas y demuestra que no es un «vinito» y que esos taninos van a dar que hablar; la amplitud térmica de Gualtallary cumplió muy bien con su parte. Tiene volumen, tiene estructura, muestra que trajo parte de ese suelo pedregoso y mineral.
El final es largo. A pesar de estar pensado para abrirse dentro de un par de años, el 2014 está muy bien, y nos lleva corriendo a la vinoteca a comprar una cajita para ir guardando.
Felicitaciones a los hermanos Michelini.
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