Otra verdad de perogrullo… la botella grande y pesada, contiene un vino de alta gama. Es parcialmente cierto. Sí podemos decir que todos los vinos de alta gama, tienen una botella más importante; pero … si tengo $$$ para gastar y un vino normal, puedo inducir al consumidor a creer que lo que embotello en un empaque importante, es de alta calidad.

Hace algunos años comenzó una suerte de competencia para ver quien era el feliz poseedor de la botella más pesada y grande, pero dos realidades concretas, pusieron a los marketineros del vino con los pies sobre la tierra: Las botellas son muy antieconómicas (pesadas y grandes para transportar, muy caras por el aporte de material) y muy antiecológicas (difíciles de degradar, y a la vez necesitan de más energía para ser producidas y trasladadas).

Los países más desarrollados, preocupados seriamente por la huella de carbono que dejan los envases descartables, dejan de producir (y de ingresar a sus territorios) esas botellas que llegan a pesar 1.500 grs. (convengamos que una botella típica ronda los 1.100 grs.). Es entonces donde las estrategias de venta se basan en el producto y en la imagen que propone, en lugar de la botella.

Esta tendencia no significa que los vinos de muy alta gama, se van a comercializar en botellas de 450 grs. Ellos seguirán. al menos por un tiempo, con sus reconocidas presentaciones, pero estemos atentos a entender que una botella más liviana, no significará que ha mermado la calidad del producto; simplemente, los consumidores somos cambiantes.