Días atrás, en un grupo de Facebook (sí, de vez en cuando, también peco), uno de los integrantes pasó la receta de una «mermelada de malbec» y pensé… «estamos en el fondo del mar. Esta gente ya no sabe qué inventar con tal de acompañar un vino con cualquier cosa».
Después de asesorarme con la fabricante de cosas ricas de la familia (y una chef extraordinaria), me confirmó que con un vaso (200 ml) de buen vino (para tener un mejor resultado), 100 gramos de azúcar y un toquecito (menos de 10 gramos) de azúcar impalpable podíamos tener, en menos de quince minutos, dos cosas: una salsa para caramelizar una carne o mermelada de vino tinto.
Para hacer la salsa, tomamos el vino y el azúcar a fuego lento, revolviendo hasta que se disuelva el azúcar totalmente. Se puede espezar en mayor o menor medida, en función de a qué se lo vamos a agregar (a mí me gusta más en un punto medio, para agregar a último momento en la carne).
Si queremos hacer mermelada, antes de retirarla del fuego, le agregamos la pizca de aúcar impalpable y seguimos revolviendo hasta que tome la consistencia deseada. Luego a frasco de vidrio y a la heladera.
Espero que me cuenten cómo les ha ido.
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