Días atrás publicamos una entrada sobre vinos de altura  y ráídamente nuestra amiga Laura Decurnex (@laumalbec) nos hizo un comentario sobre los vinos bolivianos. Busqué en tres de mis libros de consulta sobre vinos, y debo confesar que no encontré absolutamente nada sobre los vinos en Bolivia; y esto me lleva a levantar el guante de Laura e investigar un poco más sobre lo que ocurre en el país del norte.

Si uno lo analiza con un mapa físico en la mano, no hay motivos para que los viñedos de altura que se cultivan en Salta, queden solo allí. Es evidente que la geografía de Cafayate es similar a la de Tarija, lugar donde precisamente se concentra, juntamente con Chuquisaca, la mayor producción de uvas para vino del país. Esa región tiene tierras cultivadas entre los 1.400 y los 2.800 msnm y si bien está «fuera del rango» de latitud (entre 30° y 50°), hay unas tres mil quinientas familias que viven de la vitivinicultura. Hay condiciones climáticas particulares: temperaturas que en verano no superan los 30°C, nieblas, situaciones que normalmente no se esperarían en esas latitudes.

Laura es sommelier, y entre otras cosas escribe sobre vinos. Seguramente ella recomiende la Moscatel de Alejandría entre las blancas, y la Tannat entre las tintas que se producen en Bolivia; pero como ella también es inquieta, al preguntarle a enólogos que trabajan allí, ellos coinciden con Laura y además recomiendan otras cepas que pueden leer aqui.

Ahora bien, a pesar de ser cordobés, otro amigo nuestro, tambien sommelier y escritor, Roberto Colmenarejo, anduvo recorriendo la ruta del vino de Bolivia y volvió asombrado con un espumoso de altura, un Cabernet Sauvignon y un trivarietal.

El resultado de esta «mini investigación» fue más que satisfactorio, porque además de poder aprender algo sobre vinos del altiplano, lo mejor es que fue de la mano de nuestros amigos Laura y Roberto a quienes invitamos gustosos a que nos cuenten sus experiencias personales con estos vinos.

¡Salud!